Nos escribe muy preocupado el novillero venezolano Antonio José Ramos para denunciar y, por nuestro intermedio pedirnos el favor de darlo a conocer a la opinión pública, que viene siendo amenazado de hacerle daño, y hasta de muerte, si sigue toreando en el Perú. Dandonos nombres de algunos de los novilleros autores de las amenazas, que por ahora preferimos mantener en reserva, pero que los tendremos archivados en caso se llegue a consumar este acto delincuencial.
A continuación parte de su escrito:
"...la verdad es que estoy pasando por una situación difícil, ya que estoy siendo amenazado, y que me envían mensajes y llamadas donde dicen que si no me voy del Perú y que si sigo toreando aquí o regreso me van a hacer daño, y también han llamado al señor Marlon Mariano Aguilar, de Puno, que hace como mi representante de esa zona y le han dicho que es de (....................), que si el sigue apoderandome o representandome también le harían daño y la verdad es incomodo.
Yo soy una persona que me gusta respetar y ser compañero pero no tienen por que tratarme así. Me llegan mensajes escritos por los novilleros (....................) y otros más. Lo que han hecho es amenazarme hasta de muerte, a lo mejor no son capaces de matar a nadie, pero en verdad hacen daño psicológicamente.
Quisiera decirles que salgan del país y que traten de hacerse toreros, pero toreando, no haciendole daños a las personas simple y llanamente porque tiene sueños y quiere progresar.
Bueno Don Carlos en verdad de corazón le pido el favor si puede. Sólo quiero hacerles entender a ellos que estan equivocados y que así no se arreglan las cosas. Muchas gracias por su apoyo.
Antonio José Ramos"
Conducta, por demás delincuencial, impropia de quien se precie de torero, que no avalamos de ninguna manera y que más bien censuramos y condenamos. Porque esa no es la forma civilizada de solucionar algún impase que haya surgido con las actuaciónes del novillero venezolano en nuestro país.
A los novilleros peruanos "amenazantes" les exortó cordialmente a tomar las cosas con más prudencia y a competir sanamente con los toreros de fuera. Para esto último cuenten con mi decidido apoyo. Los puestos no se ganan con matonerías y abusos, sino triunfando en el ruedo.
A Antonio José Ramos también lo llamamos al orden y a la legalidad, lo mismo que a todo torero extranjero que quiera torear en el país. Pues si quieren actuar en el Perú deben ingresar con su visa de artista, inscribirse en alguna institución sindical oficial y pagar sus derechos tributarios, para que de está manera no tengan impedimento de ningún tipo. Claro que se puede.
Foto: Antonio José Ramos.
Con ocasión de la Fiesta en honor de San Juan Bautista el próximo 24 de junio, en la plaza de toros de San Pablo (Cajamarca), se realizará un tarde taurina.
Por: José Antonio Cucho.
Nos escribe muy preocupado el novillero venezolano Antonio José Ramos para denunciar y, por nuestro intermedio pedirnos el favor de darlo a conocer a la opinión pública, que viene siendo amenazado de hacerle daño, y hasta de muerte, si sigue toreando en el Perú. Dandonos nombres de algunos de los novilleros autores de las amenazas, que por ahora preferimos mantener en reserva, pero que los tendremos archivados en caso se llegue a consumar este acto delincuencial.
El pasado día lunes 31 de mayo se celebró un festejo taurino en la plaza de toros de Coracora (Ayacucho) en honor al Señor de Ranracucho, organizada por la familia Vásquez.
Informa: Ivan Villaverde Huaita.
El Sindicato de Toreros del Perú nos envía un nuevo comunicado de prensa que damos a conocer a nuestros lectores y que es el siguiente:
Luis Saravia Pimentel, apoderado del rejoneador español Pedro Calero, anunciado para tomar parte en la Feria de San Juan de Cutervo (Cajamarca), mediante carta notarial ha dado por resuelto el contrato taurino de la actuación de su representado suscrito con la comisión organizadora del ciclo ferial, por incumplimiento de contrato, y les exige no seguir publicitando la actuación de su poderdante en la referida feria, y que de no ser así se vera obligado a iniciar las acciones legales en salvaguarda de sus intereses y las de su representado.
