Fotos: Dikey Fernández Vásquez
La ausencia de Andresito Roca Rey "El Andi" en el cartel, el corte de cuatro orejas de parte de Michelito Lagravere, el buen juego del ganado, la benévolencia del presidente de plaza y la trasgresión del Reglamento Taurino fueron los aspectos más saltante del festival taurino celebrado ayer en la Plaza de Acho.
Con escasa asistencia de público en los tendidos, se lidiaron cuatro erales de la ganadería de Apóstol Santiago, de propiedad de Nazario Villafuerte, nobles y colaboradores.
Después de anunciarse inicialmente una terna de niños toreros, y que el jueves último se oficialiará que quedaba en mano a mano, finalmente, y sin previo aviso de la autoridad municipal, quedó la actuación, como único espada, del becerrista francés Michelito Lagravere, tras justificada, pero lamentable ausencia de "El Andi", por motivos de enfermedad.
Sin contar con la competencia del imposibilitado de actuar, Michelito Lagravere, que hacía su debut en Acho, en destacada actuación, y contando con la generosidad del palco, fue premiado con cuatro orejas. El pequeño diestro francés demostró muchas ganas, voluntad, afición y valor ante los astados, augurandoselé un futuro promisor. Aunque, algo embarullado, por lo que fue desarmado y cogido repetidas veces, gracias a Dios sin consecuencias, estuvo lucido con el capote, voluntarioso en banderillas, ovacionado con la muleta, y certero con la espada. Pero sin animó de desmerecer su meritoria labor, consideramos que, por su bisoñez, aún le queda mucho camino por recorrer. En adelante tendrá que preocuparse por corregir su técnica y correcta colocación de la espada. Materias que estamos seguros, con mayores actuaciones, las ira corrigiendo y superando. El buen cartel del que viene precedido ha quedado ratificado y estamos convencidos dará mucho y bueno que hablar en próximas actuaciones en Lima, o en el interior del país.
Sin contar con la competencia del imposibilitado de actuar, Michelito Lagravere, que hacía su debut en Acho, en destacada actuación, y contando con la generosidad del palco, fue premiado con cuatro orejas. El pequeño diestro francés demostró muchas ganas, voluntad, afición y valor ante los astados, augurandoselé un futuro promisor. Aunque, algo embarullado, por lo que fue desarmado y cogido repetidas veces, gracias a Dios sin consecuencias, estuvo lucido con el capote, voluntarioso en banderillas, ovacionado con la muleta, y certero con la espada. Pero sin animó de desmerecer su meritoria labor, consideramos que, por su bisoñez, aún le queda mucho camino por recorrer. En adelante tendrá que preocuparse por corregir su técnica y correcta colocación de la espada. Materias que estamos seguros, con mayores actuaciones, las ira corrigiendo y superando. El buen cartel del que viene precedido ha quedado ratificado y estamos convencidos dará mucho y bueno que hablar en próximas actuaciones en Lima, o en el interior del país.
Michelito paseo la oreja del primero, las dos del segundo, y una más del que cerró plaza. En el tercero fue ovacionado.
El benevolente palco presidido por el inefable Gallo, contando en la dirección de cambios con, el de siempre, el popular "Pepe Lucho", y con la anuencia de la Municipalidad del Rímac, se trasgredieron más de veinte artículos del Reglamento General de Espectáculos Taurinos, algunos graves, que sanciona el propio Reglamento.
Hicierón el paseíllo, suponemos, como sobresalientes de espadas, por que no figuraban en el programa oficial, Guillermo del Aguila y Kevin Fernández, quienes se limitaron a aceptar la invitación a banderillar del solitario espada, y, en el caso de Fernández, a realizar quites. No se respeto la Ley del Artista, ni los artículos reglamentarios que obligan la presencia de un diestro en activo de nacionalidad peruana, en caso de festival, o un diestro profesional de la categoría de matador de toros o novillos, para auxiliar a los becerristas, en el caso de becerrada.
En un desorden total, sin autoridad responsable, y lindando con una plaza de pueblo de tercera categoría, no hubo alguacil, tiro de arrastre despues de muerto el segundo eral de la tarde, las rayas del ruedo no tenían las medidas reglamentarias, los subalternos de a pie insinuaban y solicitaban los trofeos, personas ajenas al espectáculo ocupaban la barrera del matador, el mozo de espada transitaba por el ruedo, un irreverente personaje solicitaba el indultó del último de la tarde, siendo mayoritariamente protestado, entre otras perlas del festival a beneficio del Vaso de Leche del Rímac.
Hicierón el paseíllo, suponemos, como sobresalientes de espadas, por que no figuraban en el programa oficial, Guillermo del Aguila y Kevin Fernández, quienes se limitaron a aceptar la invitación a banderillar del solitario espada, y, en el caso de Fernández, a realizar quites. No se respeto la Ley del Artista, ni los artículos reglamentarios que obligan la presencia de un diestro en activo de nacionalidad peruana, en caso de festival, o un diestro profesional de la categoría de matador de toros o novillos, para auxiliar a los becerristas, en el caso de becerrada.
En un desorden total, sin autoridad responsable, y lindando con una plaza de pueblo de tercera categoría, no hubo alguacil, tiro de arrastre despues de muerto el segundo eral de la tarde, las rayas del ruedo no tenían las medidas reglamentarias, los subalternos de a pie insinuaban y solicitaban los trofeos, personas ajenas al espectáculo ocupaban la barrera del matador, el mozo de espada transitaba por el ruedo, un irreverente personaje solicitaba el indultó del último de la tarde, siendo mayoritariamente protestado, entre otras perlas del festival a beneficio del Vaso de Leche del Rímac.
Al final salió a hombros por la Puerta Grande Michelito Lagravere, escoltado por el ganadero, e inexplicablemente por el Alcalde del Rímac.
Desde Perú Taurino exigimos más respeto por la tradición, categoría, prestigio y solera de nuestra bicentenaria Plaza de Acho.
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