Ni el tiempo, ni las oportunas advertencias, ni la cornada durante la última "novillada de promoción bénefica", ni las tres capeas anteriores en el presente año, impidieron la realización de una nueva "pachanga", el día de ayer, en la Plaza de Toros Acho, con dos consecuencias lamentables que señalar: la grave cornada sufrida por el arrastrador Miguel García Luque "Pachín" y la rotura de cabeza del "montatoro" Sócrates Peña. ¿Acaso las autoridades correspondientes están esperando una muerte para tomar las medidas correctivas del caso?.
Un agudo problema que se viene acentuando por las sucesivas y reiteradas autorizaciones para la verificación de capeas, más conocidas como "pachangas", otorgadas, con premeditación y alevosía, por el Alcalde del Rímac, Víctor Leyton Díaz. Afectando la seriedad del espectáculo taurino, trasgrediendo el Reglamento Taurino y atentando contra la Plaza de Acho, Monumento Histórico y Patrimonio Cultural de todos los peruanos.
Esta vez fue por el "Día de la Madre", la Empresa Taurina de los Hnos. Rossell presentó un aberrante espectáculo, anunciado como "Toros y Folklore", indigno de nuestra plaza calificada de primera categoría. Nuevamente hicieron caso omiso a lo normado por el Reglamento General de Espectáculos Taurinos -que la autoridad rimense está obligada a cumplir y hacer cumplir- mientras este continue vigente, y no tuvieron el mínimo respeto por nuestro Patrimonio Monumental.
De este preocupante problema se ha ocupado el Círculo de Periodistas Taurinos del Perú y particularmente tres consecuentes periodistas que quieren lo mejor para nuestra primera plaza del Perú, la más antigua de América y una de las más importantes del mundo taurino. Todos con la buena intención que esta no se vea perjudicada en su imagen internacional y nacional. Pues, resulta indignante y vergonzoso, que a pesar de las advertencias hechas llegar oportunamente, el Alcalde del Rímac haga todo lo contrario, y no tome en cuenta sus denuncias y reclamos.
Como sabemos el Alcalde hace caso omiso a lo Reglamentado, aduciendo que las "pachangas" que se vienen sucediendo en Acho están calificadas como festejos taurinos populares. Pero en el supuesto negado, que fuese así, ¿acaso estás no se deben, también, a un Reglamento que exigir y cumplir?. El Alcalde no respeta la categoría de nuestra bicentenaria plaza, la ha llevado a ser una plaza de quinta categoría, pensando sólo en sus arcas y no en defender su prestigio y observar el Reglamento. Necesitamos de una autoridad municipal competente y eficaz que haga cumplir el Reglamento, sin distingos, ni excepciones. Porque, hasta hoy, lamentablemente no la tenemos.
De estas irregularidades, también, son culpables la Sociedad de Beneficencia Pública de Lima y su personal taurino en el Museo de Acho, por alquilar a espectáculos sin calidad para una plaza de primera categoría, el Instituto Nacional de Cultura, por no preocuparse por el respeto al Monumento Histórico y Patrimonio Cultural, y los toreros participantes, por no exigir, antes de actuar, una enfermería con el personal médico adecuado y debidamente equipada.
Los que verdaderamente amamos la fiesta de los toros y somos respetuosas de la historia y solera de Acho debemos unirnos, sumar esfuerzos y cerrar filas para que estas irregularidades no se repitan. Para que Acho vuelva a ostentar la categoría que nunca debio perder. No cesemos en nuestra lucha, que más pronto de lo que se piensa lo conseguiremos.
Para ello propongo constituir la Asociación Cultural Defendamos Acho, que se encargue de luchar por mantener su categoría y prestigío. La misma que se haga extensiva a la recuperación del Mirador de Ingunza, conservación del Museo Taurino y apoyo a la Escuela Taurina. La propuesta esta hecha.
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