Informa: Gonzalo Villanueva Masgo
El día de ayer, minutos antes del paseíllo, la plaza portátil “La Macarena”, lucía ya un lleno impresionante. El público había respondido positivamente con creces al anuncio de este buen cartel.
Cerca de las 15: 30 horas hicieron el paseíllo los espadas Vicente Bejarano, David Gil y Juan Carlos Cubas.
Se lidiaron 6 bureles; 4 de Santa Rosa de Lima que fueron demasiado jóvenes como para una corrida, los números 42 y 37 dieron un regular juego, mientras que los números 35 y 38 no dieron el juego esperado. Los 2 astados de San Pedro estuvieron mejor presentados (con un peso de aproximadamente 400 Kg.), y fueron bravos en los tres tercios, estos fueron los números 318 y 364 (este último fue el más encastado de la tarde).
Vicente Bejerano, trajeado de esmeralda y oro, lidió con una técnica depurada, tanto de capote como de muleta a su primer ejemplar, el Nº 42, lástima que la estocada no fuera de rápido efecto, por eso sólo recibió la ovación desde el tercio. Con su segundo ejemplar el Nº 35 estuvo voluntarioso; pero el burel se rajo en el comienzo de la faena de muleta, él diestro tuvo que cortar su faena, se silenció su labor.
David Gil, vestido de grana y oro, estuvo poderoso con sus astados, es un matador siempre le saca provecho a todos los toros y su toreo le adecua al gusto de la mayoría del público de los tendidos. Al Nº 318, le entendió y le hizo una faena que fue del gusto del público, con la muleta saco buenos pases por ambas manos, terminando su faena con desplantes temerarios, después de estoquear en todo lo alto cortó 2 orejas. A su segundo astado, el Nº 38, estuvo de lejos por encima del burel, le hizo una faena con mucho dominio y sacando pases hasta donde no los había, su labor fue premiada con una oreja.
Juan Carlos Cubas, trajeado de blanco y plata con cabos negros, le dio una adecuada lidia al Nº 37 por ambas manos; pero las series de muleta no se vieron muy lucidas ni ligadas porque al astado le faltó fuerza, no estuvo tan acertado con el estoque, siendo su labor silenciado. Con su segundo astado y el último del festejo, el Nº 364, el más bravo de la tarde, hizo que Cubas expusiera por todo lo alto su toreo, haciendo vibrar al respetable, después de pinchar señaló una buena estocada, cortó 2 orejas.
Gil y Cubas se hicieron merecedores a la puerta grande de Lachaqui, mientras que Bejarano dejo intacto su cartel a pesar de no cortar trofeos.
Nuestras felicitaciones a los mayordomos de la Octava de la Virgen del Carmen, Horacio Hilario Fuertes y Enedina Rementeria Fernández, por organizar con mucha ilusión este festejo taurino.
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