EXITOSO "FESTIVAL DE LA TRADICIÓN" EN ACHO

Interesante, entretenido y exitoso resultó el "Festival de la Tradición" celebrada ayer en la Plaza de Toros de Acho, organizado por la Asociación de Toreros Aficionados (ATA) a beneficio de las obras sociales del Grupo Vida.

Antes del iniciarse el festejo hubo espectáculo del cajón criollo, calezas peruanas, baile de marinera y despeje de caballos de paso.

Con un cuarto de entrada en los tendidos se lidiaron ocho astados de Apóstol Santiago, desiguales en presentación y juego. En su mayoría desrazados pero colaboradores. Nobles el tercero, sexto y septimo, al punto que para el lidiado en tercer lugar, bravo y noble, hubo petición de indulto, siendo ovacionado en el arrastre. Complicados el segundo, cuarto y último que salió en reemplazo del tiltular del mismo hierro, que fuera devuelto a los corrales por aparecer en el ruedo con los pitones rotos.

Los dos matadores Flavio Carrillo, Freddy Villafuerte y los seis toreros aficionados cumplieron con matices y recursos técnicos sus labores en el ruedo. Si bien es cierto sólo Flavio Carrillo, Raúl Aramburú y José Ignacio Bullard tocaron pelo, por su afición, voluntad y entrega, bien pudieron hacerlo el resto de los actuantes de no fallar con el acero.

Cumplieron funciones de torileros antes de la actuación de los toreros aficionados los fundadores de la ATA Raúl Aramburú, Alfredo Bullard, Jaime More, Rafael Puga, Fernando Cerruti y Alfonso Simpson.

Presidió el festejo el regidor del Concejo del Rímac Carlos Caballero, teniendo como director de cambio de suertes al aficionado José Luis Lama, quienes deben afinar sus criterios para sus próximas actuaciones.

Muchos aficionados abandoran el coso a la muerte del sexto astado por lo largo que resultaba el festejo, más no por lo que acontecía en el ruedo.

Flavio Carrillo, oreja.

Freddy Vilafuerte, silencio.

Raúl Aramburú, oreja, tras un aviso.

Ignacio Bullard, oreja, tras un aviso.

Javier Osores, silencio, tras dos avisos.

Enrique Sifuentes, palmas, tras un aviso.

Tito Fernández, ovación.

Luis Herencia, silencio, tras dos avisos.