Crónica y foto de Jose Acevedo Zavaleta.
Tarde ensombrecida, no solo por la ausencia del astro rey en el distrito liberteño de Paiján, ubicado a 45 minutos de la ciudad de Trujillo, sino también por la falta de responsabilidad de los organizadores que origino la protesta rotunda del respetable al sentirse sorprendidos una vez más.
El juez de plaza designado por la Municipalidad de Paiján para el festejo, don Marcelino Ramirez, se retiró al promediar las 5.15 p.m. debido a que el programa indicaba como inicio del festejo en honor al Señor de los Milagros a las 4 de la tarde. Acompañado por la autoridad policial y un representante del alcalde, se dirigió al patio de cuadrillas a manifestar su posición de retirarse de la plaza debido a que la empresa aún no lograba llegar a un acuerdo con los alternantes.
Con estos inconvenientes y sin juez de plaza realizaron el paseíllo a las 5.40 p.m. los espadas nacionales Claudio Ronge y Antonio Reyes junto al mexicano Pepe Díaz para lidiar reses anunciadas de Corazón de Oro, procedencia Chuquizongo, que no estaban reseñadas. Asimismo Marlih Sánchez sólo hizo el paseíllo y no logro lidiar el ejemplar que le toco en suerte. No hubo picador ni tiro de arrastre.
Por delante, Marlih Sánchez es impedida de actuar ante las protestas del público que incluso arrojaron botellas con cerveza al ruedo debido a que el ejemplar que salió en turno -como es comprensible- era una becerra, lo cual apresuro el retorno de la misma a los corrales, para dar paso a la lidia ordinaria.
Claudio Ronge realiza el saludo capotero sin lograr acoplarse a la embestida del burel, lances por alto sin rematar fueron el inicio de una faena que se iba complicando debido a la condición del ganado que se rajo muy rápido; pese a ello, mostro voluntad y con la muleta logro derechazos de gran factura de uno en uno, para culminar con una serie de molinetes sin poder rematar. Culminó su faena con muletazos por alto, pinchazo, uno en falso y el tercer intento una media ración de acero algo tendida, el toro dobla pero se para, finalmente rueda sin puntilla. La vuelta al ruedo es el premio al esfuerzo ante el escaso material.
El mexicano Pepe Díaz, inicia su labor con el segundo de la lidia, el que más se dejó, con serie de verónicas jaleadas en los tendidos remata con una revolera para luego citar al toro desde los medios y hacer quites por navarras rematadas con una revolera que valieron los aplausos. En el tercio de banderillas destacó Ronald Sánchez, quien luego de colocar dos excelentes pares de fue invitado por su matador a saludar desde el tercio. Luego, Díaz inicia el último tercio con una vitolina y el burel se le empieza a colar por el derecho, intenta por la izquierda, y era mucho más complicado que el otro pitón, y es como a base de temple, empieza a hilvanar hasta tres tandas de derechazos rematados por los de pecho. Porfía por el izquierdo y logra un par de naturales para luego realizar ayudados por alto. Entra a matar marcando todos los tiempos de la suerte suprema, y con una estocada fulminante hace rodar al astado sin puntilla y el público aplaude de pie; una oreja bien ganada.
Antonio Reyes, en el que cerraba plaza pone toda la carne en el asador, recibiendo al tercero con una larga cambiada muy ceñida que hace encender las graderías del coso para luego realizar una serie de lances a la verónica, una chicuelina y un remate soltando suavemente el percal de un lado. Pide los palos, poniendo un par en todo lo alto y el segundo al violín; fuerte ovación del respetable y ambiente propicio para iniciar la faena de muleta. De rodillas cita por el pitón derecho al burel logrando ligar una serie de derechazos rematados con el de pecho, lleva a su enemigo a los medios y realiza una tanda de derechazos y remata cambiando de mano, posteriormente, se confía y es hecho volar por los aires tras un golpe con la pala a la altura de la ingle, se para sin mirarse siquiera y logra otra tanda de derechazos, remata, pero el toro ya estaba completamente rajado. Entra a matar y pincha en todo lo alto, luego tras dejar los tres cuartos de acero, el toro dobla y la ovación no se hace esperar, una vuelta al ruedo con bronca por el pésimo juego del ganado que no ofreció ninguna garantía para los coletas.
El público finalmente se fue contento, pero de seguro no olvidarán el mal rato pasado gracias a la empresa organizadora.
Ficha del festejo:
El juez de plaza designado por la Municipalidad de Paiján para el festejo, don Marcelino Ramirez, se retiró al promediar las 5.15 p.m. debido a que el programa indicaba como inicio del festejo en honor al Señor de los Milagros a las 4 de la tarde. Acompañado por la autoridad policial y un representante del alcalde, se dirigió al patio de cuadrillas a manifestar su posición de retirarse de la plaza debido a que la empresa aún no lograba llegar a un acuerdo con los alternantes.
Con estos inconvenientes y sin juez de plaza realizaron el paseíllo a las 5.40 p.m. los espadas nacionales Claudio Ronge y Antonio Reyes junto al mexicano Pepe Díaz para lidiar reses anunciadas de Corazón de Oro, procedencia Chuquizongo, que no estaban reseñadas. Asimismo Marlih Sánchez sólo hizo el paseíllo y no logro lidiar el ejemplar que le toco en suerte. No hubo picador ni tiro de arrastre.
Por delante, Marlih Sánchez es impedida de actuar ante las protestas del público que incluso arrojaron botellas con cerveza al ruedo debido a que el ejemplar que salió en turno -como es comprensible- era una becerra, lo cual apresuro el retorno de la misma a los corrales, para dar paso a la lidia ordinaria.
Claudio Ronge realiza el saludo capotero sin lograr acoplarse a la embestida del burel, lances por alto sin rematar fueron el inicio de una faena que se iba complicando debido a la condición del ganado que se rajo muy rápido; pese a ello, mostro voluntad y con la muleta logro derechazos de gran factura de uno en uno, para culminar con una serie de molinetes sin poder rematar. Culminó su faena con muletazos por alto, pinchazo, uno en falso y el tercer intento una media ración de acero algo tendida, el toro dobla pero se para, finalmente rueda sin puntilla. La vuelta al ruedo es el premio al esfuerzo ante el escaso material.
El mexicano Pepe Díaz, inicia su labor con el segundo de la lidia, el que más se dejó, con serie de verónicas jaleadas en los tendidos remata con una revolera para luego citar al toro desde los medios y hacer quites por navarras rematadas con una revolera que valieron los aplausos. En el tercio de banderillas destacó Ronald Sánchez, quien luego de colocar dos excelentes pares de fue invitado por su matador a saludar desde el tercio. Luego, Díaz inicia el último tercio con una vitolina y el burel se le empieza a colar por el derecho, intenta por la izquierda, y era mucho más complicado que el otro pitón, y es como a base de temple, empieza a hilvanar hasta tres tandas de derechazos rematados por los de pecho. Porfía por el izquierdo y logra un par de naturales para luego realizar ayudados por alto. Entra a matar marcando todos los tiempos de la suerte suprema, y con una estocada fulminante hace rodar al astado sin puntilla y el público aplaude de pie; una oreja bien ganada.
Antonio Reyes, en el que cerraba plaza pone toda la carne en el asador, recibiendo al tercero con una larga cambiada muy ceñida que hace encender las graderías del coso para luego realizar una serie de lances a la verónica, una chicuelina y un remate soltando suavemente el percal de un lado. Pide los palos, poniendo un par en todo lo alto y el segundo al violín; fuerte ovación del respetable y ambiente propicio para iniciar la faena de muleta. De rodillas cita por el pitón derecho al burel logrando ligar una serie de derechazos rematados con el de pecho, lleva a su enemigo a los medios y realiza una tanda de derechazos y remata cambiando de mano, posteriormente, se confía y es hecho volar por los aires tras un golpe con la pala a la altura de la ingle, se para sin mirarse siquiera y logra otra tanda de derechazos, remata, pero el toro ya estaba completamente rajado. Entra a matar y pincha en todo lo alto, luego tras dejar los tres cuartos de acero, el toro dobla y la ovación no se hace esperar, una vuelta al ruedo con bronca por el pésimo juego del ganado que no ofreció ninguna garantía para los coletas.
El público finalmente se fue contento, pero de seguro no olvidarán el mal rato pasado gracias a la empresa organizadora.
Ficha del festejo:
Martes 9 de febrero del 2010. Plaza de Toros de Paijan, sin juez de plaza y con más de tres cuartos de entrada. 1º Claudio Ronge (Perú), vuelta al ruedo. 2º Pepe Díaz (México): una oreja. 3º Antonio Reyes (Perú), vuelta al ruedo. Marlih Sánchez no actuó. Toros anunciados de Corazón de Oro, de juego complicado. Banderilleros: Alejandro Arrieta “Tata”, Julián Mariños, Ronald Sánchez y Víctor Silva “Vito”. No hubo picadores ni Tiro de Arrastre.
Foto: Pepe Díaz con la solitaria oreja de la tarde.
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