El matador venezolano Eduardo Valenzuela escuchó los tres avisos de la presidencia y vió volver vivo a los corrales al cuarto astado de la tercera tarde taurina mixta celebrada ayer en honor a San Isidro Labrador en Sucre (Cajamarca).
Con plaza llena se lidiaron dos astados de San Mateo de Quilcate (1º y 2º descastados) y dos de El Sauco (3º manejable y 4º manso, complicado y con signos de estar toreado).
Emilio Barrantes, palmas.
Eduardo Valenzuela, silencio.
David Gil, palmas.
Eduardo Valenzuela, tres avisos y pitos.
Foto: Emilio Barrantes.
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