El matador español Jesús de Fariña nos envía la información siguiente:
Lunes 16 de agosto de 2.010. La Asunción (Cajamarca). Plaza portatil con lleno hasta la bandera en tarde soleada. Fiestas patronales en honor a la Virgen de la Asuncion.
Reses de Huacraruco (1°), Santa Monica (2°) y las restantes de Vista Alegre, muy justos de presentación, para los matadores de toros Vicente Bejarano (España), oreja, David Gil (España), oreja, Jesús de Fariña (España), oreja, y para el novillero nacional Emilio Barrantes (Perú), dos orejas con salida a hombros.
Venía yo de ver los dos últimos festejos de los cuatro que se anunciaban en la Feria Taurina de Matara (Cajamarca), concretamente los días 14 y 15 de Agosto, donde toreaba Vicente Bejarano. Apenas habíamos salido un día antes de Lima (el 13) y nada más llegar a cajamarca capital nos embarcamos de nuevo para Matara. Disfruté muchísimo con los detalles de calidad de mi amigo, uno de los pocos toreros extranjeros por estos lares con denostada calidad en sus formas y maneras de interpretar el toreo. No tuvo suerte con su lote en ninguna de las dos tardes en que toreó, pero no me importó mucho, porque da gusto verlo por allí, aun sin cuajar un toro estuvo torerísimo y con profundidad en todo lo que sus oponentes le dejaron hacer. Tuve el privilegio de que me brindara un toro la primera tarde y son, si mal no recuerdo, más de un centenar de brindis los que llevo recibido; por algo será... digo yo. Dejándo a un lado la vanidad propia, fruto de mis limitaciones, comentar que, compartimos ambos viaje y amistad junto a David Gil , el tigre de Linares, como cariñosamente le llamamos sus amigos y compañeros al más valiente de los toreros que pisan el Perú y sin duda alguna figura en sus provincias y también con Jorge Morriberón "El Tío" buen y atento mozo de espadas y representante de ellos.
Compartió cartel las dos tardes con Paco Céspedes, que a la postre fue declarado Triunfador de esta Feria Taurina y Juan Carlos Cubas que toreó a placer y con mucho sentimiento un sensacional toro de San Pedro (para mí el mejor y más bravo de los diez que ví, aunque le dieran el Trofeo al Mejor Toro a uno de Vista Alegre, que también fue superior, pero menos bravo y algo flojo en el caballo. Este le correspondió a Céspedes que lo desorejó. En fin que disfrute mucho, mas no me divertí, porque a los pocos que amamos esto de verdad, jamás nos divertimos con lo que vemos o hacemos, pero sí que disfrutamos muy mucho cuando vemos embestir de verdad a un par de toros con son y torear bien a quien apreciamos o admiramos.
Sin esperarlo el 16 "enganché" La Asunción, y me las ví ante una corrida mansa, blanda, sosa y para colmo no muy manejable, a excepción del ejemplar que le correspondió a Barrantes, sin duda el más potable, creo que por ser el de menor edad y el mío aunque duró poco. Los de Gil con peligro sordo y midiendo una barbaridad. El de Bejarano manso y huidizo con arreones. No pudo ser; lo que parecía que iba a ser un banquete terminó en un asquerosillo aperitivo no fácil de digerir. Se movieron los bóvidos, se quedaron quieto los toreros y la gente fría sin aplaudir... ¡con lo bonita que estaba la tarde!. Emilio Barrantes muy bien con capa, muleta y espada... ya tiene el Perú otra firme promesa del toreo bueno; por cierto nos brindó a los tres matadores la muerte de su burel.
Jesús de Fariña
Lunes 16 de agosto de 2.010. La Asunción (Cajamarca). Plaza portatil con lleno hasta la bandera en tarde soleada. Fiestas patronales en honor a la Virgen de la Asuncion.
Reses de Huacraruco (1°), Santa Monica (2°) y las restantes de Vista Alegre, muy justos de presentación, para los matadores de toros Vicente Bejarano (España), oreja, David Gil (España), oreja, Jesús de Fariña (España), oreja, y para el novillero nacional Emilio Barrantes (Perú), dos orejas con salida a hombros.
Venía yo de ver los dos últimos festejos de los cuatro que se anunciaban en la Feria Taurina de Matara (Cajamarca), concretamente los días 14 y 15 de Agosto, donde toreaba Vicente Bejarano. Apenas habíamos salido un día antes de Lima (el 13) y nada más llegar a cajamarca capital nos embarcamos de nuevo para Matara. Disfruté muchísimo con los detalles de calidad de mi amigo, uno de los pocos toreros extranjeros por estos lares con denostada calidad en sus formas y maneras de interpretar el toreo. No tuvo suerte con su lote en ninguna de las dos tardes en que toreó, pero no me importó mucho, porque da gusto verlo por allí, aun sin cuajar un toro estuvo torerísimo y con profundidad en todo lo que sus oponentes le dejaron hacer. Tuve el privilegio de que me brindara un toro la primera tarde y son, si mal no recuerdo, más de un centenar de brindis los que llevo recibido; por algo será... digo yo. Dejándo a un lado la vanidad propia, fruto de mis limitaciones, comentar que, compartimos ambos viaje y amistad junto a David Gil , el tigre de Linares, como cariñosamente le llamamos sus amigos y compañeros al más valiente de los toreros que pisan el Perú y sin duda alguna figura en sus provincias y también con Jorge Morriberón "El Tío" buen y atento mozo de espadas y representante de ellos.
Compartió cartel las dos tardes con Paco Céspedes, que a la postre fue declarado Triunfador de esta Feria Taurina y Juan Carlos Cubas que toreó a placer y con mucho sentimiento un sensacional toro de San Pedro (para mí el mejor y más bravo de los diez que ví, aunque le dieran el Trofeo al Mejor Toro a uno de Vista Alegre, que también fue superior, pero menos bravo y algo flojo en el caballo. Este le correspondió a Céspedes que lo desorejó. En fin que disfrute mucho, mas no me divertí, porque a los pocos que amamos esto de verdad, jamás nos divertimos con lo que vemos o hacemos, pero sí que disfrutamos muy mucho cuando vemos embestir de verdad a un par de toros con son y torear bien a quien apreciamos o admiramos.
Sin esperarlo el 16 "enganché" La Asunción, y me las ví ante una corrida mansa, blanda, sosa y para colmo no muy manejable, a excepción del ejemplar que le correspondió a Barrantes, sin duda el más potable, creo que por ser el de menor edad y el mío aunque duró poco. Los de Gil con peligro sordo y midiendo una barbaridad. El de Bejarano manso y huidizo con arreones. No pudo ser; lo que parecía que iba a ser un banquete terminó en un asquerosillo aperitivo no fácil de digerir. Se movieron los bóvidos, se quedaron quieto los toreros y la gente fría sin aplaudir... ¡con lo bonita que estaba la tarde!. Emilio Barrantes muy bien con capa, muleta y espada... ya tiene el Perú otra firme promesa del toreo bueno; por cierto nos brindó a los tres matadores la muerte de su burel.
Jesús de Fariña
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