Por Stalin Pérez.
El rejoneador venezolano Francisco Javier Rodríguez ha cortado dos orejas a su segundo enemigo de la tarde, de la ganadería Jerónimo Pimentel y de nombre “Ni por Oro” lidiado en último lugar del festejo celebrado este domingo 12 de diciembre en el coso más antiguo de America llamado Acho en Lima (Perú).
El torero a caballo ha demostrado lo mejor del arte de Marialva, junto al equino “Limón”. Rodríguez han logrado una gran faena que animó de una gran manera los tendidos, excelentes palitroques colocados en los lomos del toro que le toco en suerte, un gran par de banderillas y luego remató con unas muy ceñidas banderillas cortas para culminar la faena con un rejón de muerte de perfecta colocación que origino la caída inmediata del bravo animal. Dos orejas le cercenó resultando ser el triunfador del festejo.
En su primer enemigo que abrió plaza de nombre “Gallardo” estuvo a la altura también del compromiso, con muy buenas maneras y ceñidas banderillas en las tablas ya que el animal se fue hacía sus querencias, la faena pudo haber sido para un apéndice pero al entrar a matar con su cabalgadura descordó al animal quitándole todas las opciones de algún triunfo. Al final del festejo salió en hombros de la plaza de toros de la capital peruana.
El rejoneador venezolano Francisco Javier Rodríguez ha cortado dos orejas a su segundo enemigo de la tarde, de la ganadería Jerónimo Pimentel y de nombre “Ni por Oro” lidiado en último lugar del festejo celebrado este domingo 12 de diciembre en el coso más antiguo de America llamado Acho en Lima (Perú).
El torero a caballo ha demostrado lo mejor del arte de Marialva, junto al equino “Limón”. Rodríguez han logrado una gran faena que animó de una gran manera los tendidos, excelentes palitroques colocados en los lomos del toro que le toco en suerte, un gran par de banderillas y luego remató con unas muy ceñidas banderillas cortas para culminar la faena con un rejón de muerte de perfecta colocación que origino la caída inmediata del bravo animal. Dos orejas le cercenó resultando ser el triunfador del festejo.
En su primer enemigo que abrió plaza de nombre “Gallardo” estuvo a la altura también del compromiso, con muy buenas maneras y ceñidas banderillas en las tablas ya que el animal se fue hacía sus querencias, la faena pudo haber sido para un apéndice pero al entrar a matar con su cabalgadura descordó al animal quitándole todas las opciones de algún triunfo. Al final del festejo salió en hombros de la plaza de toros de la capital peruana.
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