Feria del Señor de los Milagros. Domingo 5 de diciembre de 2010. Plaza de Toros de Acho. Quinta de abono ferial: Corrida de toros, denominada "Corrida de la Prensa Taurina". Plaza casi llena.
Cinco toros de la ganadería de Roberto Puga (1º, 3º, 6º, 7º y 8º), dos de Montegrande (2º y 4º) desiguales de presentación, en general manejables y nobles, pero faltos de trasmisión, sobresaliendo el lidiado en segundo lugar, por su calidad y fijeza, que la presidencia le premio con la vuelta al ruedo póstuma, ordenada con pañuelo azul, no cumplida por los arrastradores, tras petición minoritaria de indulto. Los salidos en primero, segundo, tercer y sexto lugar fueron aplaudidos en el arrastre. Y uno de la ganadería colombiana de San Esteban de Ovejas (5º) descastado, rajado y complicado, reemplazando a uno de Roberto Puga que fue cambiado sin causa justificada. El quinto y setimo astado fueron pitados en el arrastre.
Enrique Ponce, oreja, tras aviso, y ovación, tras aviso.
Julían López "El Juli", oreja y dos vueltas al ruedo y ovación.
Sebastían Castella, oreja, tras aviso, y silencio.
Cayetano Rivera Ordoñez, silencio y pitos.
Juliían López "El Juli" fue declarado como el indiscutible triunfador de la "Corrida de la Prensa Taurina" alzandose con el trofeo del Círculo de Periodistas Taurinos del Perú. Enrique Ponce y Sebastían Castella cortaron una oreja cada uno, mientras que Cayetano Rivera Ordoñez se fue de vacío.
El presidente de plaza tuvo una desastrosa actuación, buscando el protagonismo que no le corresponde ni tiene, siendo justicadamente abroncado por los asistentes al coso bajopontino, tras negarle la segunda merecidísima oreja a "El Juli" solicitada mayoritariamente, que pudo haber cambiado el trámite de la corrida, y posteriormente devolver a los corrales un toro de Robero Puga sin causa que lo justifique.
El subalterno Rafael Montenegro se cortó la coleta tras deshacerse el paseíllo.
Enrique Ponce a su primero, que tardeaba en entregarse, le realizó una perfecta lidia, conseguiendo con su oficio bien aprendido meterlo en la muleta, después de paciente labor, para hacerlo romper y ejecutar el toreo bueno, imponiendo su magisterio de torero poderoso, elegante y profundo. Tras matar de estocada trasera y aunque la res tarda en doblar, se le concede una oreja ganada a ley, después de escuchar un aviso. En el otro de la divisa colombiana de Ovejas le realizó una faena bastante superior a lo que le planteo su complicada y peligosa res. Con su muleta poderosa, logró pases con mucho temple, mando y gusto, que pudo tener premio de haber estado más acertado con los aceros. Antes de doblar su enemigo escucha un aviso y el público como reconocimiento a su labor le obligó a agradecer una sonora ovación desde el centro del ruedo. Justificó con creces su condición de primera figura del toreo.
Julián López "El Juli" estuvo rotundo y entregado con el primero de su lote, toro de gran calidad, consiguiendo una faena técnicamente bien estructurada, de mucho acople y vibración. Logrando literalmente instrumentar pases de todas las marcas ejecutados con temple, ligazón y emoción. Sin duda alguna consiguio redondear una de las mejores faenas de los últimos años. Despues de matar de certera estocada el público inunda de pañuelos la plaza pidiendo las dos orejas y el juez cicatero sólo le concede una, en medio de gritos de "otro juez", "otro juez", "otro juez". "El Juli" no recibe la oreja y la afición en su condición de soberano le desagravia con dos aclamadas vueltas al ruedo. En el otro, al que le instrumento "lopecinas" con el capote, anduvo con mucho oficio y disposición para alcanzar el triunfo con la muleta, que no llegó por la sosería de su oponente y por fallar con el acero. La afición reconociendo su compacta actuación le premia con una fuerte ovación que el diestro saludó desde el tercio. Nos puso a todos de acuerdo y demostró tener todos los meritos para ser el nuevo mandón del toreo
Sebastían Castella estuvo animoso y con ganas de triunfo en su lote, a pesar de tener que cargar con la bronca a la presidencia por su pesima resolución con "El Juli". Consiguiendo acople total en el que le tocó en suerte en primer lugar, logrando una faena de muletazos intensos en corta distancia, con valor y aguante a su soso oponente que conectaron con la concurrencia. Después de pinchazo y estocada en el sitio le conceden una merecida oreja. En el otro, tardó en su embestida, que inició con sus característicos pases cambiados, consiguío una faena de cercanías, con derroche de voluntad y empeño, pero que no coronó con la espada, pinchando reiteradamente, por lo que es silenciado. Tiene su sitio y categoría que nadie puede poner en duda.
Cayetano Rivera Ordoñez devolvió las orejas que le regalo la presidencia en su primera actuación. En su primero sólo le vimos algunos detallitos de su corte clásico, especialmente con la mano izquierda, pero sin ningún acople, ni acabar nunca de meterse con el toro para alcanzar algún merecimiento destacado, por lo que no tuvo eco en los tendidos. Mata de pinchazo y estocada y se silencia su modesta labor. En el otro actúo falto de ideas, ilusión y nula entrega deshaciendose con prontitud de su oponente. Tras fallar con el estoque y salir herido de la mano derecha es pitado fuertemente. No hizo honor a su dinastía torera, ni los méritos necesarios para tomar parte en los carteles feriales y mucho menos para actuar en sustitución de José María Manazanares.
Foto: "El Juli" (Cortesía: Tauromaquias).
Cinco toros de la ganadería de Roberto Puga (1º, 3º, 6º, 7º y 8º), dos de Montegrande (2º y 4º) desiguales de presentación, en general manejables y nobles, pero faltos de trasmisión, sobresaliendo el lidiado en segundo lugar, por su calidad y fijeza, que la presidencia le premio con la vuelta al ruedo póstuma, ordenada con pañuelo azul, no cumplida por los arrastradores, tras petición minoritaria de indulto. Los salidos en primero, segundo, tercer y sexto lugar fueron aplaudidos en el arrastre. Y uno de la ganadería colombiana de San Esteban de Ovejas (5º) descastado, rajado y complicado, reemplazando a uno de Roberto Puga que fue cambiado sin causa justificada. El quinto y setimo astado fueron pitados en el arrastre.
Enrique Ponce, oreja, tras aviso, y ovación, tras aviso.
Julían López "El Juli", oreja y dos vueltas al ruedo y ovación.
Sebastían Castella, oreja, tras aviso, y silencio.
Cayetano Rivera Ordoñez, silencio y pitos.
Juliían López "El Juli" fue declarado como el indiscutible triunfador de la "Corrida de la Prensa Taurina" alzandose con el trofeo del Círculo de Periodistas Taurinos del Perú. Enrique Ponce y Sebastían Castella cortaron una oreja cada uno, mientras que Cayetano Rivera Ordoñez se fue de vacío.
El presidente de plaza tuvo una desastrosa actuación, buscando el protagonismo que no le corresponde ni tiene, siendo justicadamente abroncado por los asistentes al coso bajopontino, tras negarle la segunda merecidísima oreja a "El Juli" solicitada mayoritariamente, que pudo haber cambiado el trámite de la corrida, y posteriormente devolver a los corrales un toro de Robero Puga sin causa que lo justifique.
El subalterno Rafael Montenegro se cortó la coleta tras deshacerse el paseíllo.
Enrique Ponce a su primero, que tardeaba en entregarse, le realizó una perfecta lidia, conseguiendo con su oficio bien aprendido meterlo en la muleta, después de paciente labor, para hacerlo romper y ejecutar el toreo bueno, imponiendo su magisterio de torero poderoso, elegante y profundo. Tras matar de estocada trasera y aunque la res tarda en doblar, se le concede una oreja ganada a ley, después de escuchar un aviso. En el otro de la divisa colombiana de Ovejas le realizó una faena bastante superior a lo que le planteo su complicada y peligosa res. Con su muleta poderosa, logró pases con mucho temple, mando y gusto, que pudo tener premio de haber estado más acertado con los aceros. Antes de doblar su enemigo escucha un aviso y el público como reconocimiento a su labor le obligó a agradecer una sonora ovación desde el centro del ruedo. Justificó con creces su condición de primera figura del toreo.
Julián López "El Juli" estuvo rotundo y entregado con el primero de su lote, toro de gran calidad, consiguiendo una faena técnicamente bien estructurada, de mucho acople y vibración. Logrando literalmente instrumentar pases de todas las marcas ejecutados con temple, ligazón y emoción. Sin duda alguna consiguio redondear una de las mejores faenas de los últimos años. Despues de matar de certera estocada el público inunda de pañuelos la plaza pidiendo las dos orejas y el juez cicatero sólo le concede una, en medio de gritos de "otro juez", "otro juez", "otro juez". "El Juli" no recibe la oreja y la afición en su condición de soberano le desagravia con dos aclamadas vueltas al ruedo. En el otro, al que le instrumento "lopecinas" con el capote, anduvo con mucho oficio y disposición para alcanzar el triunfo con la muleta, que no llegó por la sosería de su oponente y por fallar con el acero. La afición reconociendo su compacta actuación le premia con una fuerte ovación que el diestro saludó desde el tercio. Nos puso a todos de acuerdo y demostró tener todos los meritos para ser el nuevo mandón del toreo
Sebastían Castella estuvo animoso y con ganas de triunfo en su lote, a pesar de tener que cargar con la bronca a la presidencia por su pesima resolución con "El Juli". Consiguiendo acople total en el que le tocó en suerte en primer lugar, logrando una faena de muletazos intensos en corta distancia, con valor y aguante a su soso oponente que conectaron con la concurrencia. Después de pinchazo y estocada en el sitio le conceden una merecida oreja. En el otro, tardó en su embestida, que inició con sus característicos pases cambiados, consiguío una faena de cercanías, con derroche de voluntad y empeño, pero que no coronó con la espada, pinchando reiteradamente, por lo que es silenciado. Tiene su sitio y categoría que nadie puede poner en duda.
Cayetano Rivera Ordoñez devolvió las orejas que le regalo la presidencia en su primera actuación. En su primero sólo le vimos algunos detallitos de su corte clásico, especialmente con la mano izquierda, pero sin ningún acople, ni acabar nunca de meterse con el toro para alcanzar algún merecimiento destacado, por lo que no tuvo eco en los tendidos. Mata de pinchazo y estocada y se silencia su modesta labor. En el otro actúo falto de ideas, ilusión y nula entrega deshaciendose con prontitud de su oponente. Tras fallar con el estoque y salir herido de la mano derecha es pitado fuertemente. No hizo honor a su dinastía torera, ni los méritos necesarios para tomar parte en los carteles feriales y mucho menos para actuar en sustitución de José María Manazanares.
Foto: "El Juli" (Cortesía: Tauromaquias).
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