Un enrazado, repetidor y noble novillo de Santa Rosa de Lima fue indultado ayer en la plaza de toros portátil "Torokuna" a manos del matador español Octavio Chacón, quien recibió dos orejas símbolicas. El becerrista Renato Motta "Motita" dió vuelta al ruedo, mientras que el novillero peruano Carlos Ramírez "Morenito de Canta" y el niño torero mexicano Juan Pedro Herrera fueron silenciados. Se presentó como sobresaliente de espada el novillero Luis Herencia.
A media plaza y antes de deshacerse el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria del fallecido ganadero y empresario Jeronimo Campos Alvarado, padre del matador de toros nacional Antonio Campos.
Con plaza llena se lidió un becerro de Marco Pajuelo, y a muerte dos novillos (2º y 5º) y dos becerros (3º y 4º) de la ganadería Santa Rosa de Lima, de propiedad de Alfredo Galdos, de buen juego en general. Se indultó al novillo Nº 91, negro, salido en quinto lugar.
Abriendo plaza hizo una actuación especial el alumno de la Escuela Taurina de Acho Renato Motta "Motita" quien dió vuelta al ruedo, al concluir una vistosa lidia de capa y muleta.
Octavio Chacón mató el salido en segundo y quinto orden. En su primero perdió los trofeos por demorar a la hora de matar, tras haber conseguido una meritoria faena con oficio y técnica, por lo que el público guardó silencio, después de recibir un aviso. En el que cerró plaza realizó una faena entregada con pases fundamentales y de adornos por ambos pitones, con temple, mando y ligazón al encastado novillo de Santa Rosa, que tuvo calidad, fijeza, repetición y nobleza por lo que finalmente a solicitud del mayoral de la ganadería y con la aprobación de la concurrencia fue indultado. Se concedió las dos orejas símbolicas al matador.
"Morenito de Canta" consiguió faena con muletazos de manos bajas de buen gusto, pero que el público no valoró por el escaso trapío y pocas fuerzas del becerro que le correspondió en suerte. Estuvo desafortunado con la espada, escuchó un aviso de la autoridad y el silenció de la concurrencia.
Juan Pedro Herrera estuvo variado con la capa, animoso con las banderillas y ganoso con la muleta, en la que abuso de los desplantes y adornos buscando la conexión con la concurrencia, ante un becerro que rodó constantemente por la arena por sus escasas fuerzas. Demoró reiteradamente a la hora de matar, recibiendo una aviso, antes que su cuadrilla últimará al astado. Salió a saludar y el público le silenció su actuación.
Al final del festejo Octavió Chacón, acompañado del ganadero Alfredo Galdós, salió a hombros de la plaza. Destacó en la pica Junior Cárdenas y en la brega Santiago Arrieta "El Santi". El festejo fue organizado por la Peña "Toro Bravo" de Chumpi, del distrito de la Provincia Parinacohas y departamento de Ayacucho, que preside Julio Salas Gallegos.
Foto Cortesía de Agustín Carbone: Octavio Chacón y Alfredo Galdós.
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