Firma: Pepe Estévez
Opinión y Toros
Diego Fernández, oreja y silencio.
Milagros del Perú, dos orejas y silencio.
Héctor Barcenilla, rejoneador, ovación y silencio.
Largo pero entretenido festejo hoy en Villada. El buen juego de los novillos de Valdeguareña puso en bandeja el triunfo a los actuantes, derrochando bravura y nobleza destacando los lidiados en 1º, 2º, 4º y 5º lugar. Si bien es cierto algunos de los novillos blandearon de remos. Sin embargo el fallo con los aceros y las lógicas carencias técnicas de los que empiezan, hicieron que sólo se cortaran tres orejas.
Faena pulcra del palentino Diego Fernández al que abría plaza, un novillo que empujó con mucha fijeza en el caballo, bravo y noble en la muleta. Trasteo con varias tandas templadas sobre el pitón derecho que no caló en los tendidos al faltarle a la faena “fibra”.
Muy entregada Milagros del Perú toda la tarde, recibió al segundo con una larga cambiada de rodillas. Corrió muy bien la mano por el pitón derecho a un novillo que galopaba y hacía el avión, rebozándose en los vuelos de la muleta. Aprovechó el largo recorrido del animal con tandas de cuatro y cinco muletazos de buen gusto, abrochadas por pases de pecho, suyos fueron los mejores momentos de la tarde. Lo mató de una gran estocada en la suerte natural.
Con muchos pies el sardo que hizo tercero, lo enceló el rejoneador Héctor Barcenilla reuniéndose en los medios montando a “León”. Destacó en banderillas con “Hermoso” clavando arriba y corriendo de costado delante de la cara del novillo, el de menos entidad de la tarde. Puso banderillas cortas montando a “Lagartijo”. Actuación muy entonada malograda por el mal uso del rejón de muerte, dejando escapar la puerta grande.
Espoleado salió Diego Fernández en el burraco que hizo cuarto. Larga cambiada de rodillas para continuar toreando a la verónica de hinojos. Muy flojo de remos, ante el cual el novillero palentino intentó alargar el viaje en un trasteo discontinuo y falto de ligazón.
El quinto de la corrida, con hechuras de toro, salió destroncado del caballo por un puyazo muy trasero que acusaría durante el último tercio. Milagros intentó mantenerlo en pie en una faena a la que faltó asiento, cobró una estocada casi entera pero estuvo desacertada con el verduguillo.
Montado arriba el que cerraba plaza, con mucho cuajo. Recibió tres rejones de castigo. Le faltó precisión a Héctor Barcenilla con las banderillas, se entonó más sobre “Cacao” con las banderillas cortas por los adentros. Muy deficiente con el rejón de muerte.
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