Informa: Daniel Maldonado Aguirre
En la región andina surgen otras formas taurinas donde se aprecia un sincretismo entre ancestrales ritos a la pacha mama. En el Perú andino con el correr de los años la lidia de las reses bravas adquiere ciertos matices singulares, teñidos no pocas veces con elementos autoctonos.
Fiesta tradicional así llaman los Qorilazos a sus corridas, presentan sus mejores reses por fe y religiosidad, la entrada es a caballo, y los que destacan lo hacen a la usanza Mora, celebrando sus fiestas religiosas y profanas. Lo religioso y lo seglar se mezcla de tales actos.
Se echaron a la plaza de toros de Patacsillo, en Velille, Chumbivilcas (Cusco), este 10 y 11 de diciembre cinco toros de propiedad del ganadero Oscar Pacheco, dos negros y tres castaños. Mejor el quinto de nombre "Vocal", castaño, ojo de perdiz, de 450 kilos de la ganadería Corpayba de reciente fundación, en la Meseta de Choccoyo, muy cerca de Lacaya. Un toro del Sr. Felipe Gongora, negro listón, de 400 kilos, bravo. Dos toros negros, procedentes de Viraco, de Franklin Cárdenas. 15 toros de la región de las familias Barrionuevo, Prieto, Baca, Huaytani y otros chotos y montanos.
Destacó en la tarde taurina Leonel Pinto toreando a caballo, en su corcel de nombre "Sombrita", y una cuadrilla de aficionados prácticos de Chilloroya. El desborde social fruto de la minería artesanal duró nueve días de festejos.
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