Bartolomé Puiggrós
Opinión y Toros
Esta noticia rebotó en el mundo taurino: “La Comisión de Cultura del Parlamento peruano ha aprobado, a instancia del congresista José Urquizo Maggia, actual ministro de la Producción, un proyecto de ley que busca prohibir la entrada de menores de 18 años en las corridas de toros.
Este proyecto se debatirá el próximo marzo en el Congreso de la República.
Por otra parte los activistas antitaurinos también están cerca de alcanzar las 60.000 firmas necesarias para llevar al Congreso el Proyecto de Ley que busca eliminar la tauromaquia en Perú a pesar de que el pasado mes de mayo de 2011 fueron declaradas Espectáculos Culturales por el Tribunal Constitucional de este país”.
Sin embargo el Tribunal Constitucional del Perú en un párrafo de su sentencia sobre que las corridas de toros son culturales dice:
“una persona que esté en desacuerdo con los espectáculos taurinos podrá no asistir a ellos, como también debe ser libre y voluntaria su concurrencia, por ejercicio en ambos casos del derecho al libre desenvolvimiento de la personalidad que, según ha reconocido este Tribunal, es un “derecho fundamental innominado o implícito que se deriva o funda en el principio fundamental de dignidad de la persona (arts. 1 y 3, Constitución)… por tanto, no podría alegarse la afectación a derecho constitucional alguno por la sola oferta de los espectáculos taurinos, mientras no se coaccione la asistencia a ellos”.
El legislador Julio Rosas Huaranga (GPF), presidente de la Comisión de Cultura y Patrimonio Cultural, se pronunció contra los maltratos inferidos a los animales en el Perú, en especial contra los toros que son víctimas de crueldad y tortura en espectáculos públicos que se realizan constantemente en plazas de todo el territorio nacional.
Estos señores parece que están por encima de lo que dice el Tribunal Constitucional. Además que el decreto como todos los que da este parlamento y el anterior, atacan sobre los toros, solo a cinco corridas las que se dan al año en la plaza de Acho de Lima en la feria del Señor de los Milagros.
Porque mas grave aun es como hará para controlar esto en provincias y aun más en los pueblos pequeños, donde no se cobra entrada y las corridas se hacen por devoción, lo que demuestra las pocas luces del legislador y de los miembros de la Comisión de Cultura que lo aprobaron por unanimidad.
Es una vergüenza nacional que un congresista luché por los animales y no se preocupe de sus semejantes, que son los niños desvalidos y los que viven en extrema pobreza, que hay muchos en el país y se deje de preocupar por los animales que no son sus semejantes.
Y así empezó su labor en Barcelona el argentino Leonardo Anselmí, que dicen anda en el Perú asesorando a estos congresistas y debería investigarse con dinero de quien se le paga, no sea que haya otra perla de estas en el Congreso.
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