Teniendo como marco una plaza de Acho llena y con gran expectativa por parte de los aficionados que esperaban con ilusión la reaparición del matador Andrés Roca Rey, que al final cortó de dos orejas y tuvo salida triunfal a hombros, se celebró la primera corrida de la Feria del Señor de los Milagros. En tarde en la que el espada nacional sostuvo un atractivo mano a mano con el diestro español Julián López "El Juli", quien mereció un apéndice. Y, aunque salió a pie, fue despedido con una fuerte ovación y a los gritos de ¡Toreo!, ¡Torero!, ¡Torero!.
Plaza de toros de Acho, domingo 6 de noviembre de 2016, primera corrida de toros de abono de la Feria del Señor de los Milagros. Con plaza llena se lidiaron cinco toros de Garcigrande y uno de Domingo Hernandez que hizo quinto, desiguales de presentación y juego. Todos recibieron un solo puyazo, no obstante a los salidos en cuarto y quinto lugar se les premio con la vuelta al ruedo por su calidad y fijeza en sus embestidas. El primero tuvo nobleza. Los otros dieron pocas opciones para triunfar y fueron pitados en el arrastre. Julián López "El Juli", ovación, silencio y oreja con petición de la segunda. Andrés Roca Rey, silencio, tras aviso, dos orejas y silencio.
"El Juli" lució su toreo maduro, mandando y templando las embestidas de sus oponentes en su lote. Derrochó entrega y voluntad toda la tarde. Intento triunfar pero el mal uso de los aceros le impidió cortar mayores trofeos.
En su primero de la corrida, que tuvo nobleza, estuvo soberbio. Muy lucido con el capote. Con la muleta le realizó una faena llena de temple, mando y ligazón. Citando adelante con muletazos de trazo largo por ambos pitones y haciendo todo para triunfar. Faena que finalizo con pases redondos, naturales de rodillas y dosantinas que fueron agradecidas por la concurrencia. El pinchazo previo a la estocada le impidió cobrar premio y agradeció una sentida ovación con petición de oreja no concedida. Ovación que también recibió el toro en el arrastre.
En el tercero, que manseo, saliendose suelto, estuvo empeñoso y esforzado, pero su enemigo le dio pocas opciones para el lucimiento, consiguiendo muletazos aislados, sin ligar faena. Tras pinchar con la espada, fue silenciado y el toro pitado.
En el quinto, que tuvo fondo de calidad, espoleado por las dos orejas cortadas por Roca Rey, salio muy dispuesto. Después de someterlo con soberbios doblones con rodilla en tierra, lo toreo de manos bajas consiguiendo otra importante faena, por el poder, mando y conocimiento que le imprimió. La faena fue intensa con mucha seriedad y oficio, imponiéndose con enorme solvencia en faena larga y poderosa. De no haber pinchado en el primer intento su premio hubiera sido mayor. Tras estocada trasera pero efectiva corta una merecida oreja, que tuvo fuerte petición de la segunda. Vuelta al ruedo para el toro.
Andrés Roca Rey, a la postre resulto el triunfador en la tarde que significaba su vuelta a los ruedos, tras dos meses de para por motivos de las graves lesiones sufridas en los ruedos españoles de Málaga y Valencia. Roca Rey estuvo muy dispuesto, firme y valiente ante sus oponentes.
En el segunda de la tarde, justo de fuerzas, distraído y que no trasmitió a los tendidos, estuvo por encima de las posibilidades de su oponente, consiguiendo pases destacables, tanto con su variado capote, como con su templada muleta. Toreando con valor y garra en corta distancia, pero sin redondear faena por las nulas condiciones del que le correspondió en suerte. Por su fallo a la hora de matar, escucho un aviso y el silencio de los asistentes. El toro fue pitado.
En el cuarto, noble, humillado y de buen juego, le instrumento una faena larga, variada y muy bien estructurada con gusto y torería, que inicio con pases cambiados en el medio del ruedo que tuvo conexión con la concurrencia. Sus muletazos tuvieron firmeza y emoción citando muy sincero. Después de sufrir una voltereta le instrumento circulares, arrucinas y pases del desdén que calaron en los tendidos. Mata de estocada ligeramente desprendida y con petición mayoritaria se le concede el doble trofeo y la vuelta al ruedo póstuma al toro.
En el que cerro plaza, manso y rajado, mostró su disposición y le puso ganas. Estando lucido con la capa, quitando por gaoneras. A pesar de las nulas condiciones del astado, estuvo seguro y capaz. Iniciando su faena con ayudados por alto, consiguiendo pases de mérito ante el molesto calamocheo y complicaciones del astado, pero sin el acople total, por lo que después de estocada efectiva que le hizo rodar al astado sin puntilla, hubo silencio para el torero y pitos para el toro. (Fotos: Flor Flores).
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