Por Pedro Ruiz (Jaén)
Siete trofeos se repartieron tres figuras del toreo frente a un corrida de Núñez del Cuvillo que tuvo de todo y que no rompió, defendida con autoridad por los tres toreros. Faena cumbre de Emilio de Justo frente al mejor toro de la tarde que fue el segundo y notable entrega y poder frente al quinto: tres orejas. Grande Roca Rey que sacó provecho a su lote sin resquicio a otra cosa que no sea la reunión, el convencimiento y la constante búsqueda del triunfo. Grandioso. Y dos faenas bucólicas de Morante que maravilló a los tendidos por su naturalidad y asiento, cortando las dos orejas del que abrió función.
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