Guillermo Leal / Mundotoro
Definitivamente, no hay quien detenga a Andrés Roca Rey… ni él mismo. La figura peruana, que está convertido en un torero taquillero mundialmente consiguió ayer el primer rabo de una feria que se mantiene triunfal. Y no hay quien lo pare, porque su determinación, entrega y ambición por convertirse en el número uno, no lo deja.
Es una convicción propia y cuando alguien está convencido, no hay vuelta de hoja.
La figura mexicana Joselito Adame consiguió cortar un apéndice en el final de su feria que precisamente no recordará con afecto, y la entrega de Diego San Román, el triunfador del año pasado de San Marcos que no tuvo recompensa, en una kilométrica corrida donde se lidiaron nueve toros con los dos de regalo y el del rejoneador Javier Funtanet. Ambos regalaron un toro y les salió caro, económicamente, porque taurinamente no funcionaron, sólo para demostrar que tienen raza y el triunfo de Roca no lo iban a dejar pasar fácilmente.
Plaza de toros Monumental de Aguascalientes (México). Jueves 25 de abril del 2024. Séptima corrida para celebrar al Santo Patrono de Aguascalientes, San Marcos (México). Lleno.
Toros de Peñalba para rejones, que fue emotivo y de buen son; y ocho de Corlomé, dos de ellos de regalo, disparejos de presencia, bien comidos, aunque un par de caras demasiado agradables. Destacaron el segundo de Joselito Adame, el sexto de San Román, y los dos de regalo fueron muy malos, mientras que los otros tuvieron su buen fondo, que aprovecharon los toreros.
Javier Funtanet, división de opiniones.
Joselito Adame, oreja con ligeras protestas, silbidos tras aviso en otro y silencio en el de regalo.
Andrés Roca Rey, dos orejas y dos orejas y rabo.
Diego San Román, palmas, algunas protestas y silencio.
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