Por Guillermo Leal / Mundotoro
El mano a mano de dos figuras del toreo quedó ‘a mano’, pues Joselito Adame y Andrés Roca Rey, que fueron capaces de agotar el boletaje ayer en el día de San Marcos, salieron en hombros y cortaron dos orejas cada uno.
La libertad con la que se vive en Aguascalientes la fiesta brava fue evidente con un lleno histórico, incluso más apretado del que lució la plaza en la reaparición de José Tomás, y no se trata del interés, sino que aquella ocasión la reventa, provocada siempre por el torero de Galapagar, era mucha y muy alta y esta, al grado que algunos ‘abusivos’ se quedaron con boletos. Esta vez la controlaron, y aunque se sufrió, la mayoría de los aficionados pudieron asistir con libertad y sin que se hayan aprovechado de ellos.
Las dos orejas de Adame y Andrés hicieron que valiera la pena haber llenado el escenario, pues los casi 15 mil aficionados disfrutaron de dos tauromaquias sólidas, variadas, cada una con su personalidad, pero muy verdaderas. El mérito de ambos no sólo fue llenar la plaza, salir en hombros y hacer todo lo que estuvo a su alcance para lograrlo, sino que ninguno de sus astados, incluso los del triunfo fueron buenos.
El mano a mano de dos ganaderías de prestigio como Tequisquiapan y Villa Carmela quedó a deber, pues, aunque hubo nobleza en casi todos, si no hay bravura y emotividad, no hay nada. La bravura se la pusieron Adame y Roca Rey, quienes no se dejaron ganar la pelea nunca.
Plaza de toros Monumental de Aguascalientes (México). Viernes 25 de abril del 2925.Lleno de agotado el boletaje.
Toros de Tequisquiapan (1º, 3º y 6º) y Villa Carmela (2º, 4º y 5º), bien presentados, pero de escaso juego y emoción. El de 3º, de Tequisquiapan, fue aplaudido en el arrastre.
Joselito Adame, palmas, dos orejas y palmas.
Andrés Roca Rey, palmas, dos orejas y silencio.
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