El niño torero tachirense de apenas diez años: Jesús Enrique Colombo, ilusiona y llena de esperanza el ambiente taurino nacional; su forma de torear, las ganas, la gracia, el arrojo, la espontaneidad, el don del temple y lo fácil en tomar las distancias a sus oponentes, hacen de este niño todo un portento en cada etapa de la faena: con el capote, la muleta y con la espada.
El domingo 15 de junio pasado, el becerrista tuvo la gran responsabilidad de a abrir el festival que cerraba la Feria en la población de La Fría, estado Táchira, enfrentando a un añojito de la ganadería de Rancho Bravo; desde el vamos Jesús Enrique paró de sus asientos a la afición y público que colmó los graderíos de la plaza portátil “La Macarena”. Larga cambiada de rodillas fue el recibimiento que le dio Colombo al bravo y enrazado becerro, después vino la locura con variados pases de todas las marcas; el público de pie le ovacionaba. Al final y cuando ya estaba realizada su obra, Jesús Enrique, le puso la firma perfilándose como uno de los grandes, llevando la mano por delante, haciendo la cruz sepultó el acero en todo lo alto haciendo doblar panza arriba al de Rancho Bravo.
El domingo 15 de junio pasado, el becerrista tuvo la gran responsabilidad de a abrir el festival que cerraba la Feria en la población de La Fría, estado Táchira, enfrentando a un añojito de la ganadería de Rancho Bravo; desde el vamos Jesús Enrique paró de sus asientos a la afición y público que colmó los graderíos de la plaza portátil “La Macarena”. Larga cambiada de rodillas fue el recibimiento que le dio Colombo al bravo y enrazado becerro, después vino la locura con variados pases de todas las marcas; el público de pie le ovacionaba. Al final y cuando ya estaba realizada su obra, Jesús Enrique, le puso la firma perfilándose como uno de los grandes, llevando la mano por delante, haciendo la cruz sepultó el acero en todo lo alto haciendo doblar panza arriba al de Rancho Bravo.
Tarde calurosa, tres cuartos de entrada, novillos de Rancho Bravo; el primero noble y con recorrido; segundo, tercero y cuarto, con problemas; complicados el quinto manso y con visos de haber sido meneado con anterioridad.
Jesús Enrique Colombo, dos orejas.
Jesús Colombo, oreja.
César Vanegas, dos orejas.
Angi Vanegas, oreja.
Sebastián Castañeda, palmas.
Publicado en Venezuela Taurina.com
N.R. Jesús Enrique Colombo es hijo del matador de toros venezolano Jesús Colombo, quien se encuentra desarrollando su campaña de despedida de los ruedos. Jesús Colombo es un torero de grata recordación en el Perú, por sus exitosas campañas en ruedos nacionales.
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