El novillero peruano Andrés Roca Rey ratificó con rotundidad la tarde de hoy en la plaza de toros de Madrid (España) el porqué de su triunfal Puerta Grande el pasado día 19 de abril y demostró con creces que no fue una casualidad. Tuvo la raza suficiente para no dejarse ganar la pelea por sus alternantes, el español Posada de Maravillas y el francés Clemente, y fue despedido entre ovaciones de la plaza más importante del mundo taurino.
Roca Rey demostró que tiene valor a toda prueba,
sabe improvisar en la cara del los novillos, con técnica, solidez, capacidad y firmeza. Aún sin cortar oreja, que pudo conseguirlo con el peligroso
de cierre que le rozó la ingle e infirió un varetazo en el cuello a la hora de matar,
dejó intacto su cartel y estamos seguros que de continuar por ese camino
ya tenemos una figura del toreo en el Perú.
Con tres cuartos de entrada en los tendidos se celebró el undécimo festejo de la Feria de San Isidro, en el que se lidiaron novillos de Conde de Mayalde,
bien presentados, con poca raza y difíciles. El cuarto fue ovacionado en el arrastre;.
Posada de Maravillas, silencio y oreja.
Clemente, silencio y silencio.
Andrés Roca Rey, palmas y ovación tras aviso.
Posada de Maravillas, silencio y oreja.
Clemente, silencio y silencio.
Andrés Roca Rey, palmas y ovación tras aviso.
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