miércoles, 12 de noviembre de 2025

EL TORO REY DE LA PRADERA

Dr. Juan Servat

Así se le denomina por que éste animal se cría tan a regalo que con su sola presencia revaloriza las fincas de pasto. Un toro cuando aparece de pronto en el campo y se encuentra cara a cara con el hombre a pie se le describe así. Toro grande, gordo bien armado con lustrosa piel de ojos expresivos y  bello.

Ante tal encuentro muestra mirada fija al hombre como queriendo conocer sus verdaderas intenciones. El hombre aparentando serenidad que realmente no la siente, sigue su camino sin meter ruido, sin dejar de mirar de reojo al rey de la pradera. El rey se vuelve desdeñoso a la grupa y se interna nuevamente en el cucadero.

Tratando de explicar éste encuentro se podría decir así. Cuando un león se encuentra frente a frente con el hombre, el cual es imponente e impresionante lo que asegura es un inminente ataque. Hecho que desencadena un sentir de huida y/o defensa del hombre lo que hace imposible cualquier consideración de tipo estético. En el caso del toro contrariamente nos da la seguridad de no arrancarse hacia el hombre, dejando paso al deseo de contemplar su hermosa estampa.

Es importante mencionar que el toro no mira al hombre como presa, nunca embiste sin razón alguna, no es un animal carnívoro. También es un detalle importante de que posiblemente el toro tenga  un recuerdo muy vago,  podríamos decir primitivo en su edad de eral con respecto al hombre ya que en sus primeros años el caporal le daba de comer. Esto nos hace pensar que si recuerda algo, no es desagradable, es amistoso incluso grato.

Todo lo mencionado nos obliga a tocar el tema de la bravura, de la que se le atribuye entre otros factores a los pastos de fincas con historia, cuya responsabilidad de dicha bravura es novelesca y seductora en extremo.

Respecto al agua, al clima, al comer centeno definitivamente influye en su trapio. Como por decir algo importante el invierno lo afea y lo muestra con menos presencia de la que realmente tiene.

Si hablamos de factores que afectan mucho a la res brava es el mosquearse incluso más que el frío. Se azotan los flancos con la cola incluso llegando a meterse en los matorrales llamados cucaderos, ya que cuca se le denomina al estado de desesperación, que irrita excesivamente al toro haciéndolo salir corriendo, acto conocido con el nombre de espendolaos.

Bueno si quisiéramos calificar de alguna forma al toro en el campo diríamos que:
Toro que se arranca en el campo, que da guerra, escandaloso de por sí, por lo general resulta manso en la plaza. La razón es que acomete para disimular su miedo. 
Otro detalle es que si varias personas se encuentran con un toro a campo abierto,  generalmente se arranca escogiendo como víctima al mas miedoso. El toro cae en cuenta de inmediato quien será el primero que echará a correr.

Así se explica cuando se dice el toro la tiene en contra de ese peón, el de traje rosa justamente es aquel que muestra con evidencia mayor temor.

Entonces dicho todo esto podemos tener toros mansos ( manso integral ),bravo de bandera, manso con casta y aquellos ni mansos, ni bravos, ni con defectos, ni con virtudes.
Un toro que sale del toril estirándose, se encampana, persigue ferozmente un capote que flamea y llega como un rayo al burladero. En primera se arranca al caballo, empuja hasta las tablas, se ceba en su presa hasta conseguir afianzarse en sus patas metiendo los riñones echándose así a los lomos al grupo caballo y picador. Conjunta codicia, docilidad, genio, nobleza con temperamento y son. Quieto donde lo ponen, presto a embestir con prestancia y gallardía.

Otro puede salir trobon sin fijeza huye de los capotes, vuelve la cara cuando el matador presenta su capote, corre despavorido, salta al callejón. Se puede lograr una puya a fuerza y saliendo rebrincando. Toro que vuelve a la grupas y se planta, si por casualidad se arranca arrolla y atropella. No embiste y al momento de la muerte se aquerencia y/o da vueltas al redondel. Luego se acula en su querencia escarba y muge.

Otro embiste con genio y alegría, se arranca al caballo con codicia pero al sentir el hierro huye y luego regresa embistiendo al caballo. Con la maleta se come repitiendo de ocho a diez pases, luego vuelve la cara escarbando y/o acude de mala gana al engaño sacando genio y buena clase de embestida.

Otro se arranca al caballo por compromiso y se deja pegar a placer. No hace nada feo, no escarba, no vuelve la cara, no rehuye mas no se puede decir que embiste,  lo que hace es andar sesenta, setenta hasta ochenta veces que el matador con la maleta retrasada lo ve pasar delante de el.

Con todo que intento describir trato de decir que el toro lleva en si todo lo que tiene y lo exterioriza como consecuencia directa de la lidia que recibe en el ruedo.

Como su genio, mansedumbre, sus defectos y virtudes que fueron observados poco a poco en los primeros tercios. El matador con su lidia debe corregir o eliminar los defectos del toro y acrecentar sus virtudes.

La mala lidia hace al toro malo en bueno como al bueno en malo. La buena lidia corrige o elimina los defectos del toro y acrecienta sus virtudes.
 

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