Sin orejas pero con su mejor actuación el día de hoy en la plaza de toros de Insurgentes, la Monumental de México capital, el torero peruano Andrés Roca Rey volvió a refrendar su realidad. La del torero que quiere tomar el cetro por lo civil o por lo criminal. Por eso, primero se queda quieto y después se arrima. Por eso se encaja, se embragueta y se los pasa tan cerca que da escalofrío. Andrés tiene, además, ese magnetismo de los seres superiores. No hubo trofeos pero la México se rindió ante él. El mexicano David Silveti agradeció una ovación y su compatriota Luis David Adame cortó la única oreja de la décima corrida de la Temporada Grande.
Con buena entrada en los tendidos se lidiaron toros de La Joya, 8º de regalo, bien presentados y de juego variado, Xajay, 7º de regalo, serio, soltó la cara al final de cada muletazo.
Diego Silveti, ovación, silencio y palmas en el de regalo.
Roca Rey, ovación tras aviso, silencio y ovación en el de regalo.
Luis David Adame, silencio y oreja.
Luis David Adame, silencio y oreja.
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