El matador peruano Andrés Roca Rey volvía al embudo de Insurgentes de la plaza de toros México, tras su gran faena en la Temporada Grande, y lo hizo con una larga cambiada de rodillas y un buen manojo de verónicas, haciendo constar su entrega total. El toro tenía calidad, pero era demasiado soso. El escalofriante inicio por pases cambiados por la espalda en los medios hacía albergar buenos presagios. Toreó con poso y encajado, pero a la labor le faltó mayor intensidad para calar en los tendidos. No tuvo mejor condición el último de la tarde, con poca transmisión. Abrevió el peruano.
México D.F. (México). Lunes, 5 de febrero. Segundo festejo del LXXII aniversario de la Monumental Plaza México.
Entrada: Más de 25.000 espectadores.
Toros de Jaral de Peñas, bien presentados pero poco juego.
Jerónimo, ovación y silencio.
Sebastián Castella, oreja y silencio.
JoselitoAdame, silencio y ovación.
Andrés Roca Rey, palmas y división de opiniones.
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