La argumentación que el Ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes ha justificado la concesión de la Medalla al Mérito de las Bellas Artes a la Real Maestranza de Sevilla, contiene una afirmación que aporta un reconocimiento de la Tauromaquia como nunca antes un Gobierno había hecho. Se concede el galardón en base a ‘la meritoria labor que desarrolla vinculada a la Tauromaquia como manifestación del Patrimonio Cultural inmaterial español’. Es decir, que el Gobierno califica y reconoce desde la institución de Bellas Artes que la tauromaquia forma parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de España. Un matiz esencial para el futuro del toreo, pues toda consideración de Patrimonio Inmaterial, implica una salvaguarda absoluta a partir de los principios marcados por la UNESCO.
¿Por qué esta importancia? Porque la Porque la Ley 18/2013 declara a la Tauromaquia como Patrimonio cultural de los españoles. Sin más. Una ley cuyo valor puede ser anulado por otra ley del mismo rango. Añadir el término INMATERIAL, es vincularla a los preceptos internacionales de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) a través de la Convención para la salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial, a la pertenece España, destinada a la protección de este patrimonio. Es decir, un blindaje absoluto para el toreo.
Esta Convención definió el patrimonio inmaterial como ‘los usos, las representaciones, las expresiones, los conocimientos y las técnicas que las comunidades y los grupos, y en determinados casos los individuos, reconocen como una parte integrante de su patrimonio cultural’. Esta definición incluye prácticas sociales como las representaciones, las tradiciones, la fiestas y los ritos, las artes escénicas, la artesanía y, en general, aquellos conocimientos y habilidades que, transmitidos de generación en generación, sirven para dar a la comunidad un sentido de identidad y continuidad.
Se trata de elementos culturales que no tienen contenido material, y su depositario es la mente humana y el cuerpo, su elemento de representación. El conocimiento y las habilidades necesarias para su práctica son colectivas y prácticamente siempre la representación es comunitaria.
Por eso es tan importante que el Gobierno de España haya firmado de forma explícita que la Tauromaquia es patrimonio cultural inmaterial de los españoles. Sin duda, no puede tratarse de un desliz. Porque esta afirmación oficial obliga al Gobierno de forma explícita y sin lugar a duda alguna a lo siguiente:
. -Trabajar para que la Tauromaquia entre en la Lista de la UNESCO del patrimonio Cultural de los españoles. Con un blindaje absoluto frente a cualquier acto en contra de la misma.
. -Se obliga a cuidarla, salvaguardarla, fomentarla. Es decir, que se obliga de facto a legislar en su favor.
. -Se obliga a introducir partidas económicas de fondos europeos y nacionales (a través de los PGE) para la Tauromaquia y su desarrollo.
Pero, sobre todo, esta argumentación con la que el Gobierno de España ha reconocido a la Tauromaquia como Patrimonio Cultural Inmaterial, es vinculante jurídicamente, o, al menos base de argumentación jurídica para que, de una vez por todas el sector taurino exija al Gobierno que cumpla con sus afirmaciones vinculantes, con la Ley, con nuestra Constitución y con los preceptos de la UNESCO. Y si el sector no aprovecha esta coyuntura con lealtad a la Tauromaquia y continúa divagando de forma pusilánime y mendicante, la Tauromaquia no será nada. Pero no porque no esté ya reconocida y sus derechos bien visibles, sino porque la Tauromaquia es un Patrimonio Inmaterial suyos dirigentes no saben, no pueden o no tienen el valor, capacidad y talento para que lo sea. Y no si no con capaces, lo mejor es que se hagan a un lado y se dediquen a la cría del cangrejo en aguas saladas.
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