JOAQUÍN GALDÓS DIGNO EN EL MANO A MANO EN LAS VENTAS DE MADRID (ESPAÑA)

 

El novillero peruano Joaquín Galdós volvíó la tarde de hoy a la plaza de toros de Las Ventas de Madrid (España) para actuar en un mano a mano con el novillero español Martín Escudero. Ambos saludaron una ovación tras deshacerse el paseíllo. Dieron todo de sí para triunfar pero se estrellaron con el deslucido juego dado por los novillos de José Vásquez y aunque se fueron de vacío estuvieron dignos en sus actuaciones.

Con algo más de un cuarto de entrada en los tendidos se lidiaron novillos de José Vázquez, bien presentados, mansos, con genio y faltos de clase.

Martín Escudero, silencio, ovación y silencio tras aviso.
Joaquín Galdós, palmas, silencio tras aviso y ovación.

José Miguel Arruego de Mundotoro informa:

Sobró actitud en los novilleros pero faltó toro. No tanto por la presencia -así deberían ser por hechuras, caras y volumen las novilladas que se lidian en Las Ventas- sino por su comportamiento. Porque en el lote de José Vázquez predominó la mansedumbre y el genio, defectos que opacaron y definieron el encierro que vino de la sierra. Martín Escudero y Joaquín Galdós, que 're-debutaban' en Las Ventas, pusieron actitud y empeño, sacaron sus armas y se impusieron a sus respectivos lotes, y aún sin alcanzar el triunfo pretendido pasaron la prueba con dignidad.
No fue el carácter de los utreros el único inconveniente con el que tuvieron que luchar los noveles, pues el viento incordió lo suyo y, tras el maratón isidril, el público asistente se convirtió en severo juez para los jóvenes. Porque tanto la faena de Galdós al segundo como la de David Martín al tercero hubieran tenido más reconocimiento otra tarde con mayor receptividad en el tendido.
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Sobró actitud en los novilleros pero faltó toro. No tanto por la presencia -así deberían ser por hechuras, caras y volumen las novilladas que se lidian en Las Ventas- sino por su comportamiento. Porque en el lote de José Vázquez predominó la mansedumbre y el genio, defectos que opacaron y definieron el encierro que vino de la sierra. Martín Escudero y Joaquín Galdós, que ‘re-debutaban’ en Las Ventas, pusieron actitud y empeño, sacaron sus armas y se impusieron a sus respectivos lotes, y aún sin alcanzar el triunfo pretendido pasaron la prueba con dignidad.

No fue el carácter de los utreros el único inconveniente con el que tuvieron que luchar los noveles, pues el viento incordió lo suyo y, tras el maratón isidril, el público asistente se convirtió en severo juez para los jóvenes. Porque tanto la faena de Galdós al segundo como la de David Martín al tercero hubieran tenido más reconocimiento otra tarde con mayor receptividad en el tendido.  

Foto: Joaquín Galdós (Cortesía Julián López/Mundotoro).