Tomado de ABC, de Madrid
Al grito de "asesinos!", los animalistas lanzaron pintura y objetos a los aficionados que acudían pacíficamente a la plaza de Bogotá (Colombia).
EFE
Grupos de antitaurinos se enfrentaron este domingo a la Policía en los alrededores de la plaza de toros de Santamaría de Bogotá (Colombia), durante una protesta por la polémica reapertura del coso después de permanecer cuatro años cerrado.
Unas mil personas -entre defensores de los animales, ecologistas y miembros de otros colectivos- acudieron al barrio de La Macarena, donde está situada la plaza, para manifestarse contra el reinicio de la temporada taurina en medio de la polémica.
Al grito de "Asesinos, asesinos", los manifestantes, con pancartas contra la fiesta de los toros, recibieron al público que intentaban entrar en la plaza, a algunos de los cuales les arrojaron pintura roja y diferentes objetos, lo que obligó al Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía a intervenir para tratar de mantener el orden.
Los agentes llegaron a lanzar gases lacrimógenos para dispersar a los congregados y tuvieron que formar un pasillo para escoltar a los aficionados hasta dentro de la Santamaría.
Según el coronel William Sánchez, responsable de la seguridad en la plaza, más de 1.200 miembros de la Policía fueron movilizados para "garantizar el derecho constitucional" de los aficionados a los toros y evitar disturbios, ante la convocatoria de protesta hecha por diferentes plataformas sociales.
Unos 50 encapuchados que intentaron impedir la circulación por una de las calles que da acceso a la plaza fueron dispersados por los agentes.
Los disturbios continúan, mientras el público trata de acceder a la plaza para ver la corrida, la primera de la "Temporada Taurina de la Libertad".
El cartel de esta tarde lo formaban los diestros Julián López "El Juli", Luis Bolívar y Roca Rey, quienes lidiaron seis astados de la ganadería de Ernesto Gutierrez.
La Santamaría cerró en junio de 2012 por orden del entonces alcalde de Bogotá, el izquierdista Gustavo Petro, quien consideró que ese lugar debía usarse para "actividades de vida y no de muerte".
Sin embargo, en septiembre de 2014 la Corte Constitucional ordenó el regreso de las corridas de toros a la Santamaría, al fallar a favor de la Corporación Taurina de Bogotá una acción de tutela (recurso de amparo) presentada contra la decisión de Petro.
La Corte Constitucional consideró entonces que "no existe una norma legal que imponga la prohibición general de los espectáculos taurinos" y recordó que la tauromaquia es una "tradición cultural de la nación, susceptible de ser reconocida por el Estado".
Unas mil personas -entre defensores de los animales, ecologistas y miembros de otros colectivos- acudieron al barrio de La Macarena, donde está situada la plaza, para manifestarse contra el reinicio de la temporada taurina en medio de la polémica.
Al grito de "Asesinos, asesinos", los manifestantes, con pancartas contra la fiesta de los toros, recibieron al público que intentaban entrar en la plaza, a algunos de los cuales les arrojaron pintura roja y diferentes objetos, lo que obligó al Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía a intervenir para tratar de mantener el orden.
Los agentes llegaron a lanzar gases lacrimógenos para dispersar a los congregados y tuvieron que formar un pasillo para escoltar a los aficionados hasta dentro de la Santamaría.
Según el coronel William Sánchez, responsable de la seguridad en la plaza, más de 1.200 miembros de la Policía fueron movilizados para "garantizar el derecho constitucional" de los aficionados a los toros y evitar disturbios, ante la convocatoria de protesta hecha por diferentes plataformas sociales.
Unos 50 encapuchados que intentaron impedir la circulación por una de las calles que da acceso a la plaza fueron dispersados por los agentes.
Los disturbios continúan, mientras el público trata de acceder a la plaza para ver la corrida, la primera de la "Temporada Taurina de la Libertad".
El cartel de esta tarde lo formaban los diestros Julián López "El Juli", Luis Bolívar y Roca Rey, quienes lidiaron seis astados de la ganadería de Ernesto Gutierrez.
La Santamaría cerró en junio de 2012 por orden del entonces alcalde de Bogotá, el izquierdista Gustavo Petro, quien consideró que ese lugar debía usarse para "actividades de vida y no de muerte".
Sin embargo, en septiembre de 2014 la Corte Constitucional ordenó el regreso de las corridas de toros a la Santamaría, al fallar a favor de la Corporación Taurina de Bogotá una acción de tutela (recurso de amparo) presentada contra la decisión de Petro.
La Corte Constitucional consideró entonces que "no existe una norma legal que imponga la prohibición general de los espectáculos taurinos" y recordó que la tauromaquia es una "tradición cultural de la nación, susceptible de ser reconocida por el Estado".
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