Ya sabemos Sr. Ministro que usted es antitaurino al menos esa es la impresión que usted da cada vez que hace un guiño hacia la tauromaquia, pero no es de recibo ni creo que sea democrático imponer sus ideales.
Para que todo el mundo taurino le respete a usted como político debe usted respetar la tauromaquia y es inadmisible que digan que es un espectáculo desfasado, cruel y que no interesa a casi nadie cuando en recientes fechas se ha llenado de espectadores por dos veces consecutivas la plaza de toros mas grande del mundo, la plaza México para presenciar dos corridas de toros.
No considero una política de progreso, la política que por imposición e ideales personales quiera prohibir la cultura de la tauromaquia.
Porque por mucho que algunos se empeñen en decir que la tauromaquia es tortura no tienen fundamentos ni conocimientos ni credibilidad para demostrarlo.
Puedo respetar a las personas que no les gustan los toros y no van a ver los festejos taurinos, pero nunca puedo sentir respeto por personas que se manifiestan los días de festejos taurinos y agreden verbalmente y físicamente a las personas, sobre todo a las personas mayores (tercera edad), personas que podrían ser sus abuelos, ¿ piden respeto por los animales y no respetan a las personas?.
No entiendo esa clase de animalismo ni antitaurinísimo .
Los ideales se defienden con respeto y razonamiento.
No es democracia querer prohibir lo que muchos amamos.
Si tan seguros están algunos políticos, animalistas y antitaurinos de que la tauromaquia ya no interesa, déjenla morir por si sola y no por leyes dictatoriales creadas por intereses personales o políticos.
De todas formas hay mucho falso animalista, critican la muerte del toro en la plaza y se comen lechoncillos que apenas vivieron unos meses, se comen cangrejos, peces, langostinos, liebres, conejos, etc.
Asesinan mosquitos, cucarachas, moscas con insecticidas, eso también debería considerarse maltrato animal, claro pero dependiendo de que interés personal tenga cada uno se considera o no maltrato.
Creo que esa obcecación que tienen algunos en prohibir la tauromaquia deberían emplearla en cosas más importantes como acabar con las guerras que parece mentira que en pleno siglo XXI aún existan, acabar con la miseria y el hambre en el mundo, (todos los días veo como personas rebuscan en contenedores de basura para encontrar comida), acabar con la delincuencia, el paro, el maltrato a personas, esas cosas son más importantes que querer acabar con la tauromaquia de la que viven y comen muchas familias y se crean muchos puestos de trabajo.
No sé fijen solo en el escaparate de la muerte del toro, primero sepan como vive, conozcan su historia, lean a intelectuales que se inspiraron y se siguen inspirando en la tauromaquia y una vez que conozcan su mundo al menos respétenla.
El ganadero Victorino Martín, acaba de escribir una carta pública muy interesante con muy buenos argumentos a D. Ernest Urtasun, (ministro de cultura), yo humildemente animaría a toreros, ganaderos y aficionados de todo el mundo a que publicasen la suya a través de sus redes sociales, para que sepa ese señor y los políticos antitaurinos que somos muchos los que queremos ser libres para ir a los toros y no queremos prohibiciones.
(Prohibido, prohibir)
Si llega a leer esta carta -relato le envío un saludo de despedida Sr. Ministro.
Julián Maestro
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