El matador venezolano Jesús Enrique Colombo se alzó como triunfador de la primera corrida de la Feria del Señor de los Milagros celebrada esta tarde en la plaza de toros de Acho, tras cortar dos orejas y salir a hombros por primera vez de la recién inaugurada nueva Puerta Grande. El diestro español Jesús Martínez "Morenito de Aranda" no logró coronar dos artísticas faenas por su fallo a espadas. Y el peruano Alfonso Simpson "Alfonso de Lima" tuvo discreta actuación.
Con más de tres cuartos de entrada en los tendidos se lidiaron toros de San Pedro (1°; 3° y 6°), y Salamanca (2°; 4° y 5°), bien presentados, nobles y de buen juego en general, aunque algunos huidizos y faltos de clase. Sobresaliendo el lidiado en primer lugar que fue ovacionado en el arrastre.
Jesús Martínez "Morenito de Aranda" realizó lo más torero de la tarde, demostrando su oficio bien aprendido. De no haber marrado con los aceros hubieron merecido dos o tres orejas de su lote. En su primero, bravo, fijo y repetidor, con el que confirmó alternativa, realizó una artística faena llena de enjundia y torería. Toreando por ambos pitones con gusto y despaciosidad. Muletazos desmayados y remates barriendo los lomos. Todo lo hizo sin forzar las embestidas, con ligazón y dándole sus tiempos al toro. Faena de premio que no culminó por su mal uso de los aceros y su sobresaliente faena se redujo a una sonora ovación. En el otro tuvo tesonera labor, pero sin llegar a acoplarse plenamente. No obstante, nunca se aburrió hasta logar someter a su oponente y volver a mostrar su fino toreo, pero con menor intensidad. Su labor estuvo por encima de las condiciones de su soso oponente. Y, otra vez, la espada le impidió un triunfo a ley, siendo silenciado, tras escuchar un aviso de la autoridad.
Alfonso Simpson "Alfonso de Lima" anduvo voluntarios y con deseos de agradar. A su esforzada labor les falto trasmisión y no pudo ligar faenas que llegaron a los tendidos. Su primero un toro soso, sin clase, y que dio complicaciones, no pudo hacer nada más que estar correcto con él, por sus escasas condiciones para un mayor lucimiento, aunque consiguió algunos pases aislados de valía como la larga afarolada de rodillas con que saludo a su oponente con el capote y el cambiador por la espalda con la muleta. Después de matar arriba, fue silenciado. En el cierra plaza, un toro complicado y nada fácil, no se llegó a entender con su oponente. Anduvo queriendo estar bien, insistiendo en lograr faena estimable, pero sin llegar a conseguirlo. Tarde en matar, recibe dos avisos y se vuelve a silenciar su actuación

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