Contando con la complicidad de un "generoso" presidente de plaza el diestro español Iván Fandiño se alzó con el triunfo al término de la segunda corrida de la Feria Taurina limeña del Señor de los Milagros, tras recibir dos orejitas, uno por astado, sin contar siquiera con la petición de más del 50% de los aficionados presentes en la plaza, lo que le permitió salir a hombros del coso de Acho. César Jiménez fue ovacionado en uno y Juan Carlos Cubas silenciado en otro.
Domingo 20 de noviembre, seis reses de la ganadería colombiana de San Esteban de Ovejas, desiguales de presentación, mansos y complicados. La mayoría anovillados sin cornamenta de plaza de primera. Fueron pitados en el arrastre, excepto los que sobresalieron y fueron lidiados en tercer lugar, bravo y repetidor, aunque sólo por el pitón derecho, y el quinto que tuvo cierta bravura. El que cerró plaza manso, pero que se dejó.
César Jiménez, ovación y silencio.
Juan Carlos Cubas, pitos y silencio, tras aviso.
Iván Fandiño, orejita y orejita.
Tras deshacerse el paseíllo la terna fue obligada a saludar la ovación de bienvenida.
En cuadrillas destacaron los banderilleros Dennis Castillo y Donni Camargo, de las filas de Cubas, quienes se desmonteraron para agradecer la ovación.
La plaza registró algo más de media plaza.
Iván Fandiño encontró en el presidente de plaza el aliado perfecto para salir a hombros de la plaza. Nadie le puede negar su empeño por triunfar, pero en honor a la verdad fue desbordado por su primer oponente: un toro de dos orejas. No hubo en su faena la rotundidad que el toro pedía, pues quería un torero con más quietud y temple, que los muletazos efectistas por el lado derecho que consiguió entre desarmes y enganchones. En el que cerró plaza, manso y rajado, de banderillas negras, pero dócil a la muleta, repitió el repertorio, iniciando su labor con pases cambiados en el centro del anillo que animó a la concurrencia, para después continuar con derechazos sin ajuste y embarullados saliendo perseguido en los remates, sin poder aguantar una sola serie por el pitón izquierdo.
César Jiménez anduvo empeñoso y esforzado en su primero, luego de someterlo por bajo con firmeza, lo que le valió la primera ovación de la tarde que agradeció desde el tercio. En el otro volvió a mostrarse afanoso ante un astado manso y complicado que no le permitió mayor historia siendo silenciado.
Juan Carlos Cubas tuvo una desafortunada actuación, aguantando el desagrado de los asistentes. Pues si bien es cierto el primero fue complicado y desarrolló sentido, el torero nacional no mostró lo mínimo para imponerse. En el segundo de su lote, un toro que dió ciertas facilidades no llegó a entenderlo totalmente. Lo trasteo sin mucho afán por ir a mayores, salvó algunas series cortas con más voluntad que eficacia que no calaron en los tendidos.
Foto: Iván Fandiño toreando por "chosicanas" (Cortesía: Miguel Delgado).
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