La atractiva terna conformada por los matadores españoles Juan José Padilla, Antonio Ferrera y Miguel Abellán estuvo por encima de las condiciones de un descastado encierro colombiano de Juan Bernardo Caicedo, imponiéndose con creces Miguel Abellán, quien resultó triunfador de la primera corrida de la Feria del Señor de los Milagros cortando una oreja a cada uno de sus oponentes que le valió para salir a hombros por la puerta grande la plaza de toros de Acho. Juan José Padilla y Antonio Ferrera se estrellaron con lotes que dieron muy pocas opciones para triunfar.
Sábado 26 de octubre de 2014. Plaza de toros de Acho. Primera corrida de la Feria del Señor de los Milagros. Con media entrada en los tendidos. Toros colombianos de Juan Bernardo Caicedo, bien presentados, pero mansos, descastados y complicados en general. Juan José Padilla, palmas y palmas, tras aviso. Antonio Ferrera, silencio y silencio. Miguel Abellán, oreja y oreja, tras aviso.
Con media entrada en los tendidos se lidiaron toros colombianos de Juan Bernardo Caicedo, bien presentados, pero descastados, con niveles de mansedumbre y complicados. Fueron pitados los salidos en segundo y quinto lugar, que salió en reemplazo del titular que fue devuelto a los corrales por cojo.
Juan José Padilla estuvo muy profesional ante un lote complicado que apenas le dio opciones, a pesar de su infructuoso esfuerzo por buscar una gota en el pozo seco. Puso empeño en la brega a los toros que le tocó en suerte, destacando el quite por chicuelinas que instrumento al segundo de su lote. A su primero manso, difícil y que pegaba derrotes, que no banderillo, intento conseguir algún pase lucido sin conseguirlo, por lo que se deshizo pronto de él. Pudo cortar oreja en el manejable segundo que embestía bien a media altura. Después de iniciar su faena de rodillas y conseguir algunos muletazos estimables que remato con manoletinas, adornos y abaniqueos pero en cierre fallo a espada y término siendo aplaudido en los dos.
Antonio Ferrera se mostró decidido y correcto ante un lote manso y difícil que supo resolver con inteligencia y entrega. A su primero manso y complicado, que no banderillo, inicio su faena muleteril con doblones toreros, para después llevarlo bien toreado por el pitón derecho y ayudándose en los naturales por las complicaciones que por ese lado traía su oponente. En el segundo otro manso y peligroso opto por matarlo con prontitud, siendo silenciado en el primero por matar de estocada baja, lo mismo que en el que abrevio de estocada en buen sitio.
Miguel Abellán fue el claro triunfador de la tarde en mérito a su gran disposición ante su lote que supo entender y darle la lidia necesaria para conseguir el triunfo. Su primero tuvo clase, nobleza y recorrido con las fuerzas justas, pero que tuvo trasmisión, al que toreo por derechazos con despaciosidad, gusto, cadencia y ligazón. Con la izquierda sólo pudo ejecutar un natural circular largo y profundo que contó con la aprobación de los aficionados. Tras matar de certera estocada paseo la primera oreja. En el que cerró plaza, escaso de fuerzas, lo toreo con inteligencia a media altura, sin atacarlo, dándole los tiempos y distancias necesarios que el toro pedía, sin apurarse, haciéndolo todo él muy despacio hasta conseguir muletazos de buen corte y estilo por ambos pitones. Deja una estocada arriba doblando el toro que levanta el puntillero, recibiendo un aviso y a solicitud de la concurrencia recoger la segunda oreja concedida por la presidencia para salir a hombros de la plaza.
Padilla y Ferrera compartieron el tercio de banderillas con acierto y lucimiento en el cuarto y quinto toro.
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