El matador Andrés Roca Rey se ve obligado a poner fin a su temporada tras las diferentes lesiones que ha venido arrastrando durante todo el año. La más preocupante, una hernia que padece desde 2019 y que requiere un tratamiento crónico y continuado, se reactivó tras la fuerte voltereta sufrida en Valladolid, provocándole pérdida de fuerza en el hombro y brazo izquierdo.
A este diagnóstico se suman las lesiones acumuladas en el hombro, el tobillo, la fragilidad en el tendón de Aquiles y las costillas derechas, que en los últimos meses le han obligado a torear infiltrado en repetidas ocasiones. El esfuerzo constante para cumplir con cada compromiso ha terminado por llevar a su cuerpo al límite, motivo por el cual el diestro, muy a su pesar, ha tomado la decisión de detener su actividad para preservar su salud.
Roca Rey lamenta profundamente no poder cumplir con las tres corridas que aún tenía programadas, todas con los tendidos prácticamente llenos, y agradece de corazón el apoyo y cariño de la afición en este difícil momento.
Tras este obligado parón, Roca Rey reaparecerá el próximo 2 de noviembre en Lima, en una cita histórica en la que lidiará seis toros en solitario con motivo de su décimo aniversario de alternativa.
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