Muchos son los toreros que están en boca de todos, triunfando a golpe cantado y sin embargo en las 9 ferias importantes de septiembre, sin contar San Miguel en Sevilla y Madrid- Otoño que es octubre (Valladolid, Albacete, Salamanca, Murcia, Nimes, Logroño, Arles, Dax, Guadalajara) la mayoría o no ha pillado un pitón o muy escasos.
Cero corridas, salvo sustituciones, son las que tiene David de Miranda, triunfador de Sevilla, Huelva, Málaga (donde se habla y no se para), Linares, trofeo Manolete, etc. Otros como Víctor Hernández solo está anunciado en Guadalajara y, sí, volverá a Madrid en Otoño. Fortes suma Valladolid y Albacete.Fernando Adrián (3 PG en Madrid y triunfos recientes importantes con indultos -varios- incluidos) tiene firmadas Albacete y Guadalajara. Tampoco estará en Las Ventas, en octubre.¡Hasta Borja Jiménez, tan solo suma 3 (Albacete, Salamanca, Logroño), antes de volver a Sevilla, por San Miguel!. Y, Tomás Rufo 4. Y hay más.
Toreros que en plena temporada europea han tenido que pedir “asilo” (en largos viajes de ida y vuelta) a plazas americanas de Venezuela y, sobre todo, Perú.
En Perú, hay gran indignación, de Roca Rey abajo, por lo publicado en un editorial del medio especializado de mayor audiencia, hoy en día. Bajo el título “David de Miranda se va de vacaciones a Tacabamba”, en el fondo se denuncia lo que La Divisa viene haciendo hace tiempo: la patología de un sector anclado en el sota, caballo, rey y la mercadería del compro, cambio, vendo, sin atender a dar sitio a aquellos que se lo han ganado en los alberos.
Es el caso de David de Miranda y varios más. Pero, posiblemente, sin ánimo de ofender, la defensa de estos toreros, proscritos y marginados, sin razón e injustamente, se ha publicado una caricatura burda de esas plazas principalmente de Perú, que acoge en plena temporada a muchos de estos toreros españoles y no precisamente a parias, como hemos escrito.Todo ello coincidiendo con la muerte del novillero peruano Alex Gavino, en una de esas plazas, y cuando Colombia ha dictado suprimir los toros.
Esas plazas de Perú (Venezuela, pese a Maduro, también) antes que agredirlas merecen respeto por parte de todos. No son un balneario en que los toreros españoles van de vacaciones, es un asilo taurino, parangonado a los políticos.
Según la RAE : Un asilo puede referirse a la protección oficial que un país otorga a una persona perseguida en su país de origen, un derecho humano reconocido internacionalmente, o a un establecimiento benéfico que ofrece cuidado y asistencia a personas necesitadas, como ancianos o menesterosos. Es una forma de amparo, refugio y socorro para quienes huyen de peligros, persecución o carencias.Por lo tanto, no son vacaciones, no. Son refugios de grandes toreros en tiempos de guerra fría y sucia empresarial y de la concentración de activos de los privilegiados. Son un asilo para esos toreros que tienen que exilar, de forma parcial en el tiempo, para seguir alimentando sus ilusiones y seguir disfrutando de su profesión, sin rumiar rencores, tan justos como improcedentes en el toreo.
¡Que viva el Perú, señores!
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