El texto completo de su editorial del día de hoy domingo 7 de setiembre es el siguiente:
Tacabamba tiene, para Mundotoro, toda la importancia que tiene el toreo con mayúsculas. La tiene esta plaza de Perú y todas las que celebran toros en este país y en cualquier otro. Es más, en este medio tienen importancia y respeto todo lo que, desde el más humilde tentadero o festejo, forme parte de nuestra común cultura. Hacemos esta afirmación a raíz de las reacciones de los que se han sentido ofendidos por el editorial del día 2 titulado ‘"David de Miranda se va de vacaciones a Tacabamba".
Este editorial tenía dos finalidades: una, la denuncia de la situación de David de Miranda, autor de una temporada excelente, que desde el día 1 de septiembre, no tenía un solo contrato en España. Ninguno. Y que, precisamente por ello, era relevante que sólo tuviera una corrida fuera de su país. En Tacabamba (Perú). La otra finalidad era la de dejar bien claro justo lo contrario de lo que se ha entendido. Que Perú, sus plazas y aficiones tratan mejor a los toreros españoles que en su propio país.
El texto, en el que no se ponía la palabra ‘vacaciones’ entre comillas y el uso de ironía sobre la visión que algunos tienen de ese toreo, no solo en Perú, sino en otros países americanos, no alcanzó sus dos fines en algunos lectores. Nunca se escribe a gusto de todos, pero lo cortés, no quita lo valiente: hay que hilar fino a la hora de no herir los sentimientos de todos. En este caso, de la empresa, toreros y aficionados que participan en la feria de Tacabamba. Ciclo del que titulamos en su día: "Tacabamba cierra una gran feria".
Nos duele, por encima de todo, que la denuncia del mal trato a toreros como David de Miranda y otros haya pasado desapercibida en esta confusión. Nadie habla de ello. Muchos toreros españoles han hallado refugio en Perú porque en su casa no se les atiende.
Usando la memoria, se pueden recordar algunos de los cientos, quizá miles de informaciones en las que, una y otra vez, hemos loado la tauromaquia arraigada, sólida y fuerte de un país que es ejemplo de fuerza en el toreo. Hemos escrito que el arraigo popular logrado en muchas ciudades del Perú, junto a sus festejos populares, es un ejemplo de músculo social, asunto que hace a este país menos vulnerable a las prohibiciones.
Perú, con sus centenares de festejos anuales, es una potencia social del toreo. No lo decimos ahora, llevamos afirmándolo más de dos décadas. Y este respeto se traslada a todos sus componentes. Tiene el mismo que la actual esperanza novilleril de Pedro Luis, que en su día, cuando actuaba sin caballos, la tuvo Andrés Roca Rey, hoy en el Olimpo del Toreo, lugar ganado a pulso.
Con el mejor de los ánimos, si falla la memoria, existe un buscador de noticias en este medio que constata estas afirmaciones. A todos los que se han sentido ofendidos, nuestras disculpas. Para todo Perú: esta fue, sigue y seguirá siendo su casa.

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