Les dijimos "adiós", pero jamás "hasta nunca". Porque siempre, siempre les recordaremos, leeremos, veremos sus faenas y hablaremos de ellos.
Redacción / Pureza y Emoción
Despedimos este 2016. Año que en lo taurino queda muy marcado. Han pasado muchas cosas buenas y otras no tan buenas. Pero por encima de todo, si recordaremos 2016, es por la pérdida de tres toreros que sufrieron las consecuencias de lo heroico de su profesión. Con mucho dolor tuvimos que dejar en el camino a Rodolfo Rodríguez "El Pana", Víctor Barrio y Renatto Motta. Tres percances sufridos en distintas partes del mapa taurino. México, España y Perú, respectivamente.
Normalmente se piensa mucho en el torero, pero no nos olvidemos que detrás de esos profesionales hay familias, y hay que tenerlos muy bien puestos para dejar en tu casa a mujer, hijos, padres o hermanos, y salir a entregar tu vida. A ponerte delante de un toro bravo. Con sus kilos, sus pitones, su fuerza... Se emprende el viaje pensando y buscando el triunfo. Pero hay veces que a casa no se vuelve. Es lo duro y, a la vez, lo grande del Toreo. Ya lo dijo Víctor Barrio: "Siempre pensé que la vida la viven los cobardes y la disfrutan los valientes, aunque a veces el precio sea demasiado caro".
Les dijimos "adiós", pero jamás "hasta nunca". Porque siempre, siempre les recordaremos, leeremos, veremos sus faenas y hablaremos de ellos. Las últimas palabras del portal este año, para ellos. ¡Gloria a El Pana, Víctor Barrio y Renatto Motta!.
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