martes, 4 de noviembre de 2014

CARLOS BARRAZA RECITA POEMA "CÉSAR" EN HOMENAJE A CÉSAR GIRÓN EN ACHO


Con motivo de la conmemoraración de los 60 años de la apoteósica actuación del matador venezolano César Girón, que un 1º de noviembre de 1954 corto cuatro orejas, dos rabos y la única pata cortada en el coso de Acho en el marco de la Feria del Señor de los Milagros, año en que además se adjudico el "Escapulario de Oro".

El poeta peruano Carlos Barraza Hora con este motivo durante la ceremonia de develación de la Placa de Azulejos en homenaje al torero realizada el domingo 2 de noviembres, antes de iniciarse la segunda corrida de la Feria del Señor de los Milagros, en el Patio Sevillano de la Plaza de Toros de Acho, recito el poema "César" de su autoría inspirada en la vida taurina del diestro venezolano, cuyas letras son la siguientes:

"CÉSAR"
I
¡Soldados! vais a completar la obra más grande que el cielo ha encomendado a los hombres: la de salvar a un mundo entero de la esclavitud, ellos pues -enemigos- serán dignos de medir sus armas con las vuestras.
II
¡Soldados! el Perú y la América toda guardan de vosotros la paz, hija de la victoria y aun la Europa liberal os contempla con encanto porque la libertad del nuevo mundo es la esperanza del universo.
III
César Antonio Girón de Carlos y Esperanza de la Calle Sánchez Carrero de Maracay en Aragua el de la "Mano Quema", si ya en tus primeros estudios te nutriste de esta epopeya brutal, de esta efemérides que dio Bolívar antes de Junín, en cada frase del libertador estaba tu pujanza de algún día ostentar la borla de matador de reses bravas, al lado de Pineda que te hizo rehiletero allá en su humilde Escuela Taurina.
IV
Girón César Antonio viviste la fiesta con toda su gama de matices auténticos, veraces y peligrosos, decides ser un espontaneo que se lanza a la Maestranza y luego novillero ser, apoteósicamente triunfador, siempre paseado en hombros con grandes y distantes longitudes.
V
Las Ventas de Madrid, la Real Maestranza, Sevilla, Jerez, Bilbao, Granada, Málaga, Salamanca, Córdoba, todas quieren tenerte en su arena, para ver y sentir esa fuerza y habilidad en la suerte suprema que en ti siempre será una obra de arte, llegando siempre limpiamente a los gavilanes poniendo el corazón después del estoque, atracandote de toro que rodaba sin puntilla.
VI
Aquel 1º de noviembre del 54 lo transformas en un eterno sabatt en Acho nuestra plaza, nuestra alma torera, nuestro coso bajopontino se embriaga con el embrujo de tu toreo, sin calco ni copia al decir del Amauta, abriendo la Puerta Grande, orejas rabo y pata y la multitud en el delirio, en elextasis, en el frenesi del sol las luces y la arena, conduciéndote por dos kilómetros hasta el Hotel Bolívar.
VII
Las cinco Puertas Grandes en Las Ventas madrileña aun sienten sus goznes de regresar César Antonio y los dos rabos en tardes de cante jondo en la sevillana plaza la de Manolo, Pepe Luis y el gran Curro Romero.
VIII
Todo en ti torero fue fuerte, fulminante, relámpago, trueno, porque así concebías el toreo, tu toreo sin par, lleno de virilidad, de clase, de sapiencia -si me escuchas César Antonio- si me escuchas en el mundo de los espíritus, cuantas girondinas, cuanto aplauso sonoro, tanta vida interior en tu torería.

¡César de Maracay!
¡César de Venezuela!
¡César de América!
¡Siempre gallardo!
¡Siempre venezolano!
¡Siempre libre!
¡Siempre figura del toreo!
¡Siempre! ¡Siempre! ¡Siempre!

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