Feria del Señor de los Milagros. Domingo 14 de noviembre de 2010. Plaza de Toros de Acho. Segunda de abono ferial: Corrida de toros. Más de tres cuartos de entrada en los tendidos. Seis toros de la ganadería colombiana de San Esteban de Ovejas, bien presentados, encastados, de buena pelea en la pica, pero que sacaron complicaciones, excepto el salido en quinto lugar, manso y peligroso. Fueron aplaudidos en el arrastre el segundo y cuarto.
Juan Bautista (francés), pitos y ovación.
Juan Carlos Cubas (peruano), oreja y oreja, tras cornada.
Alfonso Simpson "Alfonso de Lima" (peruano), silencio, tras aviso, y vuelta al ruedo.
Juan Carlos Cubas resultó el rotundo triunfador de la tarde, por la entrega y ganas de triunfo que pagó con su sangre, tras recibir una cornada del quinto toro de la tarde. En el primero estuvo muy firme y seguro. Actúando con mucha disposición, temple y mando en series ligadas por ambos pitones que culminó con certera estocada, aunque desprendida, que le valió para cortar merecida oreja, con leve petición de la segunda, que el público solicitó. En el segundo, manso, reservón, con peligro y que le buscaba las carnes no se arrugó, por el contrario se jugó la vida. Derrochó valor. Le plantó cara a su dificíl oponente, logrando meterle en vibrantes muletazos que fueron reconocidos por los tendidos. Su honestidad y aguante para alcanzar el triunfo le costó recibir una espectacular cornada en la pierna izquierda. Pero con profesionalidad digna de resaltar se mantuvo con hombría en el ruedo hasta dar muerte a su heridor. Aunque la estocada cayó baja, seguramente se premió su disposición y arrojo con una apéndice, con mínimas protestas en contra, que el propio matador recibió, pero que paseo su cuadrilla por haber pasado el diestro a la enferemeria de la plaza, perdiendo así una nueva triunfal salida a hombros por la Puerta Grande de Acho. Juan Carlos está preparado para empresa mayores, mereciendo con toda justica y con méritos propios alternar en los carteles con las figuras del toreo que confiamos se de en la feria venidera.
Abrió plaza Juan Bautista, que debutaba como matador de alternativa en Acho, estuvo empeñoso en el primer de su lote, que tenía complicaciones. Se hizó aplaudir en intermitentes pases lucidos de mano baja, pero sin conseguir el acople necesario. Después de pinchar, mata de estocada caída y se pita su actuación. En su segundo consiguió deleitar a los tendidos con una interesante faena a base de sometimiento, oficio y mando que pudo alcanzar trofeo, pero que pincho a la hora de matar y el premio se redujó a una calurosa ovación. Por los resultados, la actuación del francés apenas si tuvo historia en nuestra bicentenaria plaza haciendonos recordar la ausencia de Fernando Roca Rey, quien no compareció por un desentendimiento con la empresa.
Cerró la terna "Alfonso de Lima" que estuvo voluntarioso en el primero sin llegar a redondear faena por las escasas condiciones de triunfo que le dió el toro que le tocó en suerte. Falló a espadas y fue silenciado. En el último de la corrida salió a echar el resto, recibiendo a su oponente con cuatro arriesgadas largas cambiadas de rodillas que emocionaron a la concurrencia. Con la muleta consiguió muletazos lentos y series estimables por ambos lados a un toro que se puso complicado a finales de faena. Antes de entrar a matar de estocada efectiva fue volteado aparatosamente. Dió vuelta al ruedo. Alfonso intentó con mucha voluntad alcanzar el triunfo y eso también hay que agradecerlo. Para otra vez será.
Foto: Juan Carlos Cubas. (Cortesía Dikey Fernández).
Juan Bautista (francés), pitos y ovación.
Juan Carlos Cubas (peruano), oreja y oreja, tras cornada.
Alfonso Simpson "Alfonso de Lima" (peruano), silencio, tras aviso, y vuelta al ruedo.
Juan Carlos Cubas resultó el rotundo triunfador de la tarde, por la entrega y ganas de triunfo que pagó con su sangre, tras recibir una cornada del quinto toro de la tarde. En el primero estuvo muy firme y seguro. Actúando con mucha disposición, temple y mando en series ligadas por ambos pitones que culminó con certera estocada, aunque desprendida, que le valió para cortar merecida oreja, con leve petición de la segunda, que el público solicitó. En el segundo, manso, reservón, con peligro y que le buscaba las carnes no se arrugó, por el contrario se jugó la vida. Derrochó valor. Le plantó cara a su dificíl oponente, logrando meterle en vibrantes muletazos que fueron reconocidos por los tendidos. Su honestidad y aguante para alcanzar el triunfo le costó recibir una espectacular cornada en la pierna izquierda. Pero con profesionalidad digna de resaltar se mantuvo con hombría en el ruedo hasta dar muerte a su heridor. Aunque la estocada cayó baja, seguramente se premió su disposición y arrojo con una apéndice, con mínimas protestas en contra, que el propio matador recibió, pero que paseo su cuadrilla por haber pasado el diestro a la enferemeria de la plaza, perdiendo así una nueva triunfal salida a hombros por la Puerta Grande de Acho. Juan Carlos está preparado para empresa mayores, mereciendo con toda justica y con méritos propios alternar en los carteles con las figuras del toreo que confiamos se de en la feria venidera.
Abrió plaza Juan Bautista, que debutaba como matador de alternativa en Acho, estuvo empeñoso en el primer de su lote, que tenía complicaciones. Se hizó aplaudir en intermitentes pases lucidos de mano baja, pero sin conseguir el acople necesario. Después de pinchar, mata de estocada caída y se pita su actuación. En su segundo consiguió deleitar a los tendidos con una interesante faena a base de sometimiento, oficio y mando que pudo alcanzar trofeo, pero que pincho a la hora de matar y el premio se redujó a una calurosa ovación. Por los resultados, la actuación del francés apenas si tuvo historia en nuestra bicentenaria plaza haciendonos recordar la ausencia de Fernando Roca Rey, quien no compareció por un desentendimiento con la empresa.
Cerró la terna "Alfonso de Lima" que estuvo voluntarioso en el primero sin llegar a redondear faena por las escasas condiciones de triunfo que le dió el toro que le tocó en suerte. Falló a espadas y fue silenciado. En el último de la corrida salió a echar el resto, recibiendo a su oponente con cuatro arriesgadas largas cambiadas de rodillas que emocionaron a la concurrencia. Con la muleta consiguió muletazos lentos y series estimables por ambos lados a un toro que se puso complicado a finales de faena. Antes de entrar a matar de estocada efectiva fue volteado aparatosamente. Dió vuelta al ruedo. Alfonso intentó con mucha voluntad alcanzar el triunfo y eso también hay que agradecerlo. Para otra vez será.
Foto: Juan Carlos Cubas. (Cortesía Dikey Fernández).
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