El matador de toros ecuatoriano Guillermo Albán envía una carta abierta a la afición peruana, que se explica por si sola y de la cual extractamos lo siguiente:
Carta abierta a la afición del Perú
Como muchos de ustedes ya saben, el pasado miércoles 14 de septiembre, en la ciudad de Tacabamba sufrí un percance durante la lidia de mi primer toro. No era mi primera cornada y seguramente no será la última, pero sí ha sido hasta el momento la más grave y angustiosa por las circunstancias que la envolvieron, sobrevolando a ratos por mi cabeza incluso los peores pensamientos.
Viajé a la Feria de Tacabamba, con las alforjas llenas de ilusión por triunfar. Al llegar, fui gratamente sorprendido (una vez más) por comprobar cómo en la provincia peruana proliferan plazas fijas y ferias de gran categoría con un público que las abarrota en varias tardes consecutivas. Ya en el ruedo, pasó lo que pasó y vinieron los momentos de angustia y nervios propios de la magnitud de la cornada, los medios del centro médico local y el tiempo que nos separaba de hospitales mayores.
Con la hemorragia controlada en el Centro Médico de Tacabamba, viajé a Chota en ambulancia y tuve la gran suerte de caer en las manos del médico trujillano Luis Noriega Pretell, cirujano jefe del Hospital Soto Cadenillas de Chota, a quien le estaré eternamente agradecido. A su profesionalismo y habilidad y al apoyo de su el equipo médico les debo el estar sano y salvo tras una minuciosa intervención de más de tres horas. Durante la convalecencia de tres días en Chota comprobé como las hora bajas sirven para permitirnos ver aflorar en las personas de nuestro entorno el buen fondo de nobleza que aflora en el toro bravo, ese bello animal que nos aglutina en admiración y respeto.
Además, quiero agradecer expresamente las muestras de solidaridad y apoyo de toda la gente del medio taurino peruano: toreros (de oro y de plata), ganaderos, empresarios, médicos, periodistas, aficionados y amigos en general quienes en ningún momento dejaron de interesarse por mi evolución y ponerse a disposición para lo que hiciera falta. La cercanía y calidez de todos ellos hizo mucho más llevadera mi convalecencia. Gracias.
Pienso en reaparecer cuanto antes. Pero aunque estoy anunciado en San Miguel de Cajamarca (Perú) y en Valencia (Ecuador) deberé buscar un equilibrio entre la ilusión novilleril que conservo y la prudencia y sensatez médica.
Por ahora me despido de todos ustedes con un hasta pronto, no sin antes reiterarles a todos los estamententos taurinos del Perú mi imperecedero agradecimiento.
Atentamente,
Guillermo Albán Maldonado
Matador de Toros Ecuatoriano
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