Perú se ha convertido en pocos años en uno de los lugares donde el aficionado a este lado del charco tiene puestos sus ojos durante el invierno, un país que está subiendo como la espuma en número de festejos, gracias, en buena parte, a la presencia de grandes figuras del país como Andrés Roca Rey y Joaquín Galdós, dos espadas que han provocado un boom extraordinario en el país gracias a sus triunfos a ambos lados del charco.
Andrés es figura indiscutible tanto en su país como en el resto del orbe taurino, mientras que Galdós busca asentarse en las ferias europeas como ya hizo en América. Unos diestros que son conscientes que su país necesita una vuelta de tuerca en el tema ganadero, de ahí que estén a favor de la importación de ganado, ya sea para mejorar los hierros del país o para lidiar corridas españolas en la capital.
Desde hace años familiares del matador de toros limeño crían toros bravos en la hacienda La Suiza, en Chontapampa. Allí, hace casi treinta años, Juan Manuel Roca Rey; tío del matador de toros, comenzó su ganadería brava con animales de la rama Domecq (origen Torrestrella/Jandilla), provenientes del hierro de Roberto Puga. Posteriormente, hace unos años se refrescó la vacada con sangre colombiana dentro de la misma línea que había hasta entonces.
Esta no es una ganadería que gestione el espada peruano, sino una vacada que su tío, también empresario del coso limeño, lleva cuidando prácticamente toda una vida. Un hierro que recientemente cambió de nombre, sustituyendo el de Juan Manuel Roca Rey por otro que únicamente llevaba el apellido “Roca Rey”. A base de selección y de nuevos refrescamientos se está buscando darle al hierro local ese impulso que tanto necesitaba el campo bravo peruano para no tener que echar mano de ganaderías españolas en un medio plazo.
Pero la familia Roca Rey y Galdós no comparten simplemente matadores de toros jóvenes y con gran futuro, sino que también poseen ganaderías de bravo como la citada anteriormente. A la ganadería familiar de Santa Rosa Lima -creada en 2004- con sangre Domecq, se le ha unido recientemente ganado de La Quinta, tras la compra en 2021 de un lote de vacas preñadas de diferentes sementales, así como un semental de nombre "Golfito" procedentes de la rama Santa Coloma-Buendia.
Una vacada que pasta en las dunas desérticas de la costa norte del Mar Pacífico, concretamente en el valle de la Irrigación Santa Rosa, a 150 km de la ciudad de Lima, en los linderos de la provincia Huaura. Allí se llevan por separado dos encastes que quieren hacer de esta ganadería una de las más importantes del país gracias a la importación de animales de las ganaderías más importantes de España.
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