¿Cómo llega un peruano, afincado en España, a ser líder del escalafón en Francia?
Eso es muy difícil de explicar. Siempre he tenido una conexión con Francia especial. El aficionado allí es sensible a los detalles y está libre de tópicos. Allí he sido muy valorado y siento que me han esperado, en las últimas tardes pude sentir ese recibimiento y eso es lo más bonito. Luego, matar todo tipo de novilladas. Toreando solo las más cómodas no llegas a ser líder. Yo he estado en las más duras como Pablo Romero y Cura de Valverde o en las más fuertes como la de Osborne o Pedraza de Yeltes.
¿La meta que te marcaste a principios de año, la has conseguido?
Mi objetivo es más a nivel de sensaciones que de estadística. Aprender a torear. He querido y quiero aprender. Aunque la gente no lo sepa llevo dos años y medio, tres como máximo, toreando. Yo admiraba y veía a torear a algunos con los que hoy comparto cartel. Por ejemplo, a Martín Escudero le he hecho yo la tapia cuando me iniciaba en la escuela de El Juli y ahora me he visto haciendo el paseíllo con él en un mano a mano en la plaza más importante del mundo. Seguir escalando es lo más gratificante.
Vayamos por partes. Primero, al inicio de temporada, ¿cuál es el primer recuerdo que guardas?
La novillada en México en la plaza San Marcos. Fue una tarde muy bonita, quizás de las veces que mejor he toreado con el capote. Un día de mucha entrega, que de no ser por la espada habría cortado más orejas.
A pesar de tu apuesta por Madrid, donde has toreado tres veces, el resultado no ha sido el esperado: el debut con el percance, el mano a mano y Otoño, ¿pesan más las buenas sensaciones que te hayas podido llevar, al pisar Las Ventas por primera vez o en un muletazo por ejemplo, o te llevas un balance amargo?
Muy amargo. Te llena torear en Madrid. No es fácil estar dispuesto a ello y con tan poco rodaje. Hay muchos novilleros que no han dado el paso. En mi caso, es una espina que tengo muy clavada. Me gustaría volver el año que viene, antes de mi alternativa, porque tengo la sensación de que ni siquiera se me ha visto.
Has hablado de alternativa…
Tenemos planes para el próximo año, a mediados. Quiero estar en ferias que no he pisado y donde el novillo embiste más como Olivenza, Valencia, Castellón… y luego dar el paso. El año que viene primero y segundo del escalafón van a ser matadores de toros.
¿Será en España o en Francia?
Será en Francia. Creo que es donde se me va a valorar y tiene una categoría especial. Además siento tanta afinidad con la afición de allí que creo que debo retribuir ese cariño de alguna manera.
Este año también has sumado tu primer indulto.
(Por primera vez durante la entrevista le entran dudas) Si te soy sincero, el indulto fue muy bonito y en un marco como el de Arnedo, pero me llevo una sensación agridulce. El novillo rompió a embestir tarde y con la gente enloquecida yo seguí toreando pero sentí cierto rechazo por parte del presidente y sabía que no me iban a dar el Zapato. Estaban enfadados porque siguiese toreando pero es mi faena, es mi obra.
¿Pero el novillo fue de indulto?
Para mí es de indulto cuando logra emocionar al público. No es lo mismo un novillo de indulto en Sevilla que en Arnedo. Por la intensidad con la que lo pidieron, es de indulto.
¿Cuál es el último recuerdo de la temporada que tienes?
A pesar de haber toreado en Guadarrama, me llevo el sabor no amargo pero sí insípido de Madrid. Llegué al hotel con la sensación de ni siquiera haber toreado y eso es muy duro y muy feo que te pase. Pero ya la temporada queda atrás. De vez en cuando veo algún vídeo pero estoy ya pensando en lo que me viene por delante.
Quizás de todas las apuestas de este año, que no han sido pocas, la más fuerte sea tu encerrona en Lima. Por estar en casa, por regresar con el éxito cosechado en Europa, por consolidar una posición… ¿Cómo te lanzas a ese órdago de final de temporada?
Como dices es la apuesta más fuerte por lo que supone matar seis novillos. Es un reto mental y físico, allí en mi tierra donde el año pasado me encontré tan conmigo mismo. Sentí tanto aquello… y este año la novillada es más seria. Es lógico que estén esperando más de mí. Después del mano a mano del año anterior, volver en una terna con dos españoles no me encajaba. Estoy seguro de que va a ser un día muy bonito que se vive con la incertidumbre porque no sabes si te va a abandonar la fuerza y te va a pesar el reto.
Encuentro algo que no casa con lo que estamos acostumbrados a ver. Dices que todavía estás aprendiendo porque llevas poco tiempo toreando pero vas a tomar la alternativa el año que viene…
Mi carrera es muy corta. El maestro Gómez Escorial y yo hemos luchado solos mucho tiempo, con ilusión, fuerza, entrega y sin ningún rodaje desde que soy novillero sin caballos. Siempre ha sido querer alcanzar el cielo sin ni siquiera tener argumentos para ello. Y quiero seguir así. Quiero tomar la alternativa antes de verme sobrado. Ir siempre con el agua al cuello, enfrentarme a retos mayores. Cuando ya voy destacando y veo que no tengo a nadie por encima, enfrentarme a los matadores y al toro. Porque además yo he venido a eso, a ser matador de toros.
¿El equipo de apoderamiento permanecerá igual?.
Sí, con la FIT. El equipo es muy bueno y tenemos un proyecto importante en cuanto coja inercia con la novedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario