En tarde de lleno de "No hay billetes" el matador peruano Andrés Roca Rey volvió a sumar una nueva puerta grande a su carrera en su plaza de toros de Acho, tras cortar tres orejas y salir a hombros del coso de abajo el puente. El diestro español Julián López "El Juli" se hizo de un apéndice y su compatriota Enrique Ponce fue ovacionado.
Domingo, 2 de diciembre del 2018, Plaza de Acho, quinta corrida de abono de la Feria del Señor de los Milagros. Con plaza llena de "No hay billetes" se lidiaron toros españoles de Sanchez Arjona, desiguales de presentación y descastados de juego en general, excepto el quinto que fue premiado con la vuelta al ruedo.
Enrique Ponce, ovación y silencio.
Julián López "El Juli", silencio y oreja.
Andrés Roca Rey, oreja y dos orejas.
Enrique Ponce ratifico una vez más su magisterio para interpretar el toreo. En su primero, noble pero que duró poco, consiguió muletazos estimables con temple, ligazón y gusto, que se combinaron con circulares completos, molinetes y sus acostumbradas poncinas. Hubieron pasajes de mucha torería y emotividad que se valoraron en los tendidos. Pincha, antes de matar de estocada casi entera perdiendo algún justo apéndice, teniendo que conformarse con agradecer una cerrada ovación desde los tercios de la plaza en reconocimiento a su meritoria labor. En el otro, descastado, que se rehusaba a embestir y que más bien se defendía, se mostró muy superior a su oponente. Pues todo el mérito fue del torero que en mérito a su porfía y dominio de los terrenos intentó conseguir faena lucida dándole la lidia adecuada. El diestro a base de su capacidad lidiadora logra algunos muletazos de valía pero sin que toro le permitiera ir a mas. Después de matar de estocada baja se silencia al esforzado diestro y se pita al complicado toro.
Julián López "El Jui" estuvo muy profesional y contundente toda la tarde. En su desclasado y complicado primero, que tenía media embestida y que buscaba las carnes del torero, lo intentó por ambos lados sin conseguirlo lograr más que en algunos pases, tratando de extraer alguna gota del pozo seco. Tras dejar una estocada trasera se silencia al matador y se pita al toro. En el cuarto del festejo, noble y que tuvo calidad, cuajó una soberbia y rotunda faena con muletazos largos y mandones dándole sus tiempos al toro, para torear por con despaciosidad, temple y ligazón que hicieron vibrar a los tendidos. Sobresalieron sus poderosos naturales con mano baja. Lo que repitió también con sus soberbios derechazos. Sus circulares finales pusieron a todos de acuerdo. Pero un pinchazo, antes de matar de estocada atravesada, redujo lo que debió premiarse con el doble trofeo, a un apéndice que paseo entre ovaciones y al toro se le concedió generosa vuelta al ruedo entre pitos de parte del público.
Andrés Roca Rey demostró su condición de primera figura del toreo actuando con entrega y disposición. En el tercero de la tarde, complicado y que se vencía por ambos pitones, le realizó una faena variada de excelente corte, llevando a su oponente largo y templado con decisión y firmeza. Para culminar imponiéndose con muletazos metido entre los pitones del toro, combinados con pases del desprecio, circulares invertidos, desplante sin muleta y bernardinas que emocionaron a los tendidos. Una merecida oreja pasea después de pinchazo y estocada ligeramente desprendida. En el cierra plaza, descastado, sin clase y que salía suelto, estuvo firme para torearlo en su querencia, con valor y aguante que supieron ser valorados por el público. Los derechazos y naturales resultaron bordados. Sus luquesinas y manoletinas a corta distancia pusieron fin su entonada labor. Mata de certera estocada delantera y se le premia con una oreja, para después ante la presión de la concurrencia se le concede la segunda en medio de la división de opiniones y con los pitos de un sector de la plaza, resultado que se repitió al abandonarla a hombros de los costaleros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario