Espectacular festival en Táriba
Jesús Enrique derrocha clase e indulta
y Andy Roca Rey triunfa en tarde histórica
Said Cárdenas
Texto y fotos
En un tarde acompañada por una extraordinaria temperatura, se realizó el festival histórico en honor a Nuestra Señora de la Consolación en el coliseo Perla del Torbes.
Con una entrada floja en los tendidos y lleno hasta la bandera en el callejón, se realizó el festejo menor de la Feria de Tariba con los aspirantes Guillermo Valencia de Colombia, Andy Roca Rey del Perú y Jesús Enrique Colombo de Venezuela.
Se corrieron erales de Rancho Grande y El Prado, dieron un juego extraordinario para los becerristas, que deleitaron a los asistentes con ganas, entrega y un amor por la profesión de matadores de toros que escogieron a temprana edad y seguramente por su afición la van a llevar a feliz termino en el futuro.
Abrió plaza Guillermo Valencia, llevo con la capa sus dos ejemplares con sitio y no los ahogó en los en el primer tercio, para sacarles provecho en la muleta, donde dejo ver cuando bajaba la muleta el temple que lo encumbró como máximo triunfador de la temporada Bogotana. Desafortunadamente con el hierro falló y sus aspiraciones se estrellaron en el morrillo de los becerros.
Con Andy Roca Rey, los aficionados vieron una muestra del gran futuro que tiene un niño frente a la cara de los becerros. Roca Rey, paciente en la capa, bueno en banderillas y superior con la muleta.
En cada muletazo Roca Rey, plasmó su firma al citar los sus astados, con mucha clase los paró e hilvanó poco a poco dos faenas llenas de mando al ritmo del pasodoble que acompaño su lidia. En el primero los trofeos se fueron con la toledana y en el segundo pudo dar una triunfal vuelta al ruedo con dos orejas en sus manos luego de una ejecución de la suerte suprema apegada a los canones, ante una fuerte petición de indulto.
Cerró plaza el anfitrión, Jesús Enrique Colombo, El Niño Torero de Venezuela, que se mide ante los retos como un hombre maduro, distanciado de esa niñez física alejada de su vida por el compromiso que asume cada día ante la cara de los toros.
Jesús Enrique, demostró ante su gente que va ser un torero de los buenos, inspirado y con garbo, apasionado y artista, tan entregado y elegante que puede ser capaz de cambiar el comportamiento de un eral con sólo darle sitio y dejarlo en los terrenos que el requiere que los lidien.
Colombito, como cariñosamente lo llaman en Venezuela, en el primero se fue con el amargo en su boca porque no pudo cortarle trofeos, pero, en el segundo pudo citar su astado, embarcarlo, templarlo y mandarlo sin perder sitio, hasta ejecutar suaves muletazos concatenados en cada tanda y llevar a los aficionados una faena de lujo.
Jesús Enrique, mostró un repertorio variado, alegre y muy taurino ante su público que se paró y le aplaudió de pie hasta lograr el firme y muy bien ganado objetivo de indultar su eral que se fue con nobleza a los corrales y consagró a Jesús Enrique Colombo como triunfador de la tarde y firme candidato para el trofeo de la feria.
La tarde fue redonda, ganaron los aficionados, esos pagan entradas y no los mangones del callejón que abarrotaron ese sector de la plaza seleccionado para los entendidos, que contribuyen con la defensa de la fiesta brava que cada día. Lesionada por estos sujetos antitaurinos que no aportan nada para las corridas de toros.
Jesús Enrique derrocha clase e indulta
y Andy Roca Rey triunfa en tarde histórica
Said Cárdenas
Texto y fotos
En un tarde acompañada por una extraordinaria temperatura, se realizó el festival histórico en honor a Nuestra Señora de la Consolación en el coliseo Perla del Torbes.
Con una entrada floja en los tendidos y lleno hasta la bandera en el callejón, se realizó el festejo menor de la Feria de Tariba con los aspirantes Guillermo Valencia de Colombia, Andy Roca Rey del Perú y Jesús Enrique Colombo de Venezuela.
Se corrieron erales de Rancho Grande y El Prado, dieron un juego extraordinario para los becerristas, que deleitaron a los asistentes con ganas, entrega y un amor por la profesión de matadores de toros que escogieron a temprana edad y seguramente por su afición la van a llevar a feliz termino en el futuro.
Abrió plaza Guillermo Valencia, llevo con la capa sus dos ejemplares con sitio y no los ahogó en los en el primer tercio, para sacarles provecho en la muleta, donde dejo ver cuando bajaba la muleta el temple que lo encumbró como máximo triunfador de la temporada Bogotana. Desafortunadamente con el hierro falló y sus aspiraciones se estrellaron en el morrillo de los becerros.
Con Andy Roca Rey, los aficionados vieron una muestra del gran futuro que tiene un niño frente a la cara de los becerros. Roca Rey, paciente en la capa, bueno en banderillas y superior con la muleta.
En cada muletazo Roca Rey, plasmó su firma al citar los sus astados, con mucha clase los paró e hilvanó poco a poco dos faenas llenas de mando al ritmo del pasodoble que acompaño su lidia. En el primero los trofeos se fueron con la toledana y en el segundo pudo dar una triunfal vuelta al ruedo con dos orejas en sus manos luego de una ejecución de la suerte suprema apegada a los canones, ante una fuerte petición de indulto.
Cerró plaza el anfitrión, Jesús Enrique Colombo, El Niño Torero de Venezuela, que se mide ante los retos como un hombre maduro, distanciado de esa niñez física alejada de su vida por el compromiso que asume cada día ante la cara de los toros.
Jesús Enrique, demostró ante su gente que va ser un torero de los buenos, inspirado y con garbo, apasionado y artista, tan entregado y elegante que puede ser capaz de cambiar el comportamiento de un eral con sólo darle sitio y dejarlo en los terrenos que el requiere que los lidien.
Colombito, como cariñosamente lo llaman en Venezuela, en el primero se fue con el amargo en su boca porque no pudo cortarle trofeos, pero, en el segundo pudo citar su astado, embarcarlo, templarlo y mandarlo sin perder sitio, hasta ejecutar suaves muletazos concatenados en cada tanda y llevar a los aficionados una faena de lujo.
Jesús Enrique, mostró un repertorio variado, alegre y muy taurino ante su público que se paró y le aplaudió de pie hasta lograr el firme y muy bien ganado objetivo de indultar su eral que se fue con nobleza a los corrales y consagró a Jesús Enrique Colombo como triunfador de la tarde y firme candidato para el trofeo de la feria.
La tarde fue redonda, ganaron los aficionados, esos pagan entradas y no los mangones del callejón que abarrotaron ese sector de la plaza seleccionado para los entendidos, que contribuyen con la defensa de la fiesta brava que cada día. Lesionada por estos sujetos antitaurinos que no aportan nada para las corridas de toros.
Entiéndase por mangones aquellos que no cumplen una función en la plaza, esos que por ser esposa, amigo o un conocido con dinero que brinda bebidas espirituosas a los integrantes de una comisión taurina se creen con derecho a dañar la fiesta de los toros y traicionar la confianza que les brinda un alcalde o en este caso la alcaldesa Maryury Pernia.
Foto: Andrés Roca Rey "El Andi".
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