Con una corrida mansa, aquerenciada, y de difícil lidia, Roca Rey marcó la diferencia. El peruano es puntal en muchas cosas pero, además de tener el mejor golpe cantao del toreo actual, cuando hay que remangarse y bajar al fango lo hace con más clase que ninguno. Su lidia al tercero fue modélica. Para enseñar en las escuelas. Por eso, entre otras cosas, le pudo cortar la oreja. Lo del sexto merece capítulo aparte, porque a ese tanque, tan descompuesto, tan incierto, tan geniudo sólo es capaz de desengañarlo el peruano. Pero no para imponerse. Para torear. Ceñido, ajustado, profundo. Una exhibición de poderío. Pero también de temple, limpieza y aplomo. Porque el limeño, los cojones, los usa para torear. A Castella dejó la sensación en el momento que le embista un toro la puede liar, porque al primero, la serie que le duró, la hilvanó con elegante suavidad. Ortega tampoco tuvo toros, pero fue capaz de pintar cuatro o cinco muletazos en el prólogo al quinto de los que no se te olvidan…
Plaza de toros de La Real Maestranza de Caballería de Sevilla (España). Sábado 28 de abril del 2023. 10ª corrida de la Feria de Abril. Lleno de "no hay billetes".
Toros de Victoriano del Río (1º, 2º y 6º) y Toros de Cortés, desiguales de tipo, fuertes y serios en su mayoría, y de condición mansa, aquerenciada y de difícil lidia.
Sebastián Castella, ovación y silencio.
Juan Ortega, silencio y silencio tras aviso.
Andrés Roca Rey, oreja y oreja con fuerte petición de la segunda.
Fuente: Mundotoro.