Sin historia concluyó el primer festejo taurino, de los dos programados, en la localidad de San Pedro de Carash (Ancash) celebrado ayer en honor a San Pedro y San Pablo. En dicho festejo actuó como único espada el matador Pablo Salas.
Con plaza llena se programaron dos astados anunciados como de la ganadería San Sebastián de Chacas, siendo el primero devuelto por presentar síntomas de haber sido toreado con anterioridad y el segundo salió complicado.
Con este material nada pudo hacer el espada nacional y tras pinchar repetidamente, al único que mató, fue silenciado.
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