Por Nikolas Babin
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Un hecho curioso se presentó durante la tercera y última corrida de la feria en honor a San Jerónimo en Asillo, departamento de Puno en Perú, cuando el segundo toro del matador venezolano Manolo Muñoz se escapó del cajón antes de salir al ruedo dirigiéndose a un terreno a un costado de la plaza de toros.
Muñoz se dirigió junto con los banderilleros Richard Huarcaya y David Espinoza y su compañero de cartel Cristóbal Pardo quienes le ayudaron a lidiar el toro y picarlo, Manolo Muñoz pudo pegarle unas tandas al astado para luego pasaportarlo de una certera estocada.
Los aficionados que habían bajado de los tendidos llevaron al matador venezolano en hombros a la plaza donde el Alfarero organizador del festejo le entrego las dos orejas en reconocimiento a su valor y ganas.
Este gesto le valió salir a hombros junto al colombiano Cristóbal Pardo quien había cortado una oreja de cada uno de los toros de su lote muestras que el venezolano no tuvo mayores opciones ante el primero que lidio.
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