Leopoldo Zuzunaga
En los predios del distrito de San Marcos, en Áncash, nace otra ganadería brava. Esta difícil pero muy bonita andadura en el mundo del toro, es parte del sueño del joven Marco Obregón Salazar, quien ha iniciado este camino de la crianza del toro de lidia con la adquisición reciente de diez hembras y un macho provenientes de la ganadería local de Carwacocha (del Prof. Federico Jaimes), cuyo encaste es el de Domecq vía Roberto Puga. Negro, verde y rojo son los colores de divisa de esta nueva vacada que llevará el nombre del apellido paterno del propietario, Obregón.
"Siguiendo los pasos de mis abuelos con la crianza del ganado de la región en las alturas de San Marcos, es que nace este bonito sueño que poco a poco estoy haciendo realidad. Mi vida es el campo, el caballo y los toros", manifiesta el novel ganadero de 32 años.
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