Con un ambiente de gran expectación se realizó la primera corrida de abono la Feria del Señor de los Milagros 2018 de la que salio por la puerta grande de la plaza de toros de Acho el matador peruano Juan Carlos Cubas, tras cortar dos orejas y alzarse como el triunfador de la tarde. Un apéndice obtuvo el matador español Roman Collado y el mexicano Diego Silveti fue ovacionado. Silveti y Román confirmaron su alternativa de manos de Cubas.
Domingo, 4 de noviembre del 2018, Plaza de Acho, primera corrida de abono de la Feria del Señor de los Milagros. Con media entrada en los tendidos se lidiaron toros de La Viña, bien presentados, nobles y de buen juego en general, excepto el salido en tercer lugar, el único pitado en el arrastre. Tercero y quinto falto de fuerzas y al sexto se le premio con la vuelta al ruedo que no contó con la aprobación mayoritaria del público.
Juan Carlos Cubas, oreja y oreja.
Diego Silveti, silencio y ovación.
Román Collado, silencio y oreja.
Juan Carlos Cubas, oreja y oreja.
Diego Silveti, silencio y ovación.
Román Collado, silencio y oreja.
A Juan Carlos Cubas se le vio muy motivado y mentalizado para alcanzar el triunfo. Se llevó el lote más propicio y supo aprovecharlos cortandole una oreja a cada uno de sus oponentes. Al primero le realizó una faena de entrega, mandona y ligada metiéndose entre los pitones del toro para arrancarle las embestidas, y al final matar de media estocada certera para cobrar la primera oreja de la tarde. En el otro de su lote. de sobresaliente juego por la calidad en su embestida mostró sus deseos de agradar sin terminar de imponerse. Se luce en pases de uno en uno por ambos lados, finalizando con quietas manoletinas. Vuelve a cobrar otra media estocada que mata y se le concede otra oreja que fue duramente protestada por un sector de los asistentes.
Diego Silveti realizó a su noble primero una entonada faena por el pitón derecho, sin acoplarse por el izquierdo. Sus derechazos tuvieron temple, y mando. Antes de entrar a matar emociona con sus bernardinas citando de lejos, pero todo lo meritorio que había realizado se diluyo cuando la estocada quedo desprendida y se silencia su labor. Con el segundo de su lote, falto de fuerzas y trasmisión, actuó con decisión para conseguir pases lucidos por ambos lados que fueron del agrado de la concurrencia, pero sin cuajar faena por las limitaciones de su oponente. Deja una estocada entera que basta, pero el toro tarda en doblar y le queda saludar una ovación desde el tercio como premio.
Román Collado con su primero, soso, sin emoción, al que recibió con dos largas afaroladas de rodillas y una verónica de hinojos, apenas dio para más, pues contó con las fuerzas justas. Solo la voluntad y porfía que le puso el torero toreando por ambos pitones pero sin mayor éxito. No estuvo fino con el acero y se silencia su actuación. En el bravo sexto y que trasmitió mucho, salió a por todas. Su empeño desde el principio le costo una voltereta sin consecuencias que lamentar. Para después conseguir muletazos citando de frente y dando el pecho por el pitón izquierdo que conectaron con los tendidos. Finaliza su labor con lentos molinetes y dejar una estocada en el sitio que le valió para cobrar un apéndice y concedersele la vuelta al ruedo al toro ante protestas del respetable.
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